Probablemente durante tu infancia soñaste con ser aeromoza para viajar de país en país, hablar diversos idiomas y pasar tu vida entre las nubes. Shantell Pooser soñó lo mismo durante años, hasta que lo hizo realidad.
Ella acaba de cumplir 17 años y recientemente se unió al grupo de azafatas de American Airlines. Lo increíble es que tiene síndrome de Down y es la primera persona con esta condición en apoyar a la tripulación durante un vuelo.
Shantell nació con esa condición, además de un defecto cardiaco y una serie de problemas respiratorios que incluyen laringomalacia, traqueomalacia y malacia traqueobronquia, que perjudican el 87 por ciento de sus vías respiratorias. Durante mucho tiempo ha luchado por preservar su salud y para lograrlo viaja constantemente desde Denmark, Carolina del Sur, hasta el Hospital de Niños de Cincinnati, donde recibe tratamientos y cirugías.
En 2016 Shantell tuvo una cirugía que casi le cuesta la vida, pero logró superar todos los diagnósticos médicos, y fue entonces cuando su madre, Deanna Miller-Berry, supo que su hija había nacido para desafiar cualquier posibilidad:
Cuando ella despertó de la anestesia comenzamos a escribir una lista con sus sueños más anhelados, y le dije: ‘yo haré todo lo posible para que se hagan realidad’.
Entonces su hija le dijo que quería ser azafata. Deanna envió una carta a un amigo que trabaja como asistente de vuelo en American Airlines, preguntando si Shantell podía tener algunos souvenirs de la aerolínea. Lo que no imaginó es que su amigo le ofrecería algo más: una fiesta de cumpleaños a bordo de un avión Boeing.
Siempre tomamos vuelos, y por eso creo que ella se enamoró de los aviones y de esa sensación de estar por los aires. Ya ha estado en más de 57 vuelos.
Deanna se sorprendió con la propuesta de su amigo y de la compañía, y aceptó su oferta; pero las sorpresas no habían terminado, American Airlines le envió un uniforme oficial y una insignia personalizada para que vista como azafata cada vez que vuela.
A causa de su condición, Shantell no puede tomar vuelos largos con frecuencia, pero como constantemente realiza el vuelo a Cincinnati la aerolínea decidió hacerla parte de la tripulación cada vez que viaja.
Ahora, antes de cada despegue, ayuda a las azafatas a dar las instrucciones de seguridad. Hasta el momento ha prestado sus servicios en cuatro viajes, pero ella quiere seguir haciéndolo en mil vuelos más.