Debido a la contingencia por Covid-19, muchas personas han tenido que cancelar, posponer o incluso inventar nuevas formas de llevar a cabo sus actividades y celebraciones.
Tal como les sucedió a Emily Bugg y Billy Lewis, una pareja que planeaba celebrar a lo grande su matrimonio a finales de este año, pero decidió hacer algo mucho mejor: ayudar a quienes más lo necesitan.
Tenían todo preparado para el gran día
Emily y Billy son originarios de Chicago, Illinois y tenían todo listo para celebrar su boda en otoño. La celebración estaría llena de lujos y contaría con la asistencia de 150 personas y un DJ que amenizaría el evento, además, él vestiría un elegante traje mientras que Emily usaría un hermoso vestido de crepé.
El 2020 cambió por completo sus planes
Lamentablemente, tuvieron que posponer la fecha de la boda, pues el número de contagios por coronavirus en Estados Unidos aumentó. Como la situación no mejoraba, se vieron en la necesidad de tomar una decisión: celebrar su matrimonio a finales de este año, pero de manera diferente a como lo habían planeado o en el 2021. Ambos optaron por la primera opción, lo que no sabían era que eso los llenaría de una felicidad inmensa.
Una celebración única y con gran significado
Emily trabaja para Thresholds, una organización sin fines de lucro que se dedica a ayudar a las personas con enfermedades mentales y trastornos por abuso de sustancias, y se le ocurrió que el depósito que habían dado para el servicio del banquete podrían utilizarlo para alimentar a cientos de personas el pasado Día de Acción de Gracias. A Billy le pareció una idea genial, pues sabe que la asociación se vio en la necesidad de dejar de apoyar a cientos de ciudadanos, ya que no contaban con los recursos económicos suficientes.
Prepararon todo y disfrutaron poder ayudar
A pesar de que no recuperaron el depósito del DJ ni del vestido, lograron dar 200 cenas de Acción de Gracias a las personas que acuden a Thresholds. El platillo incluía pavo, aderezo, puré de papas, judías verdes y otros acompañamientos. Además, decidieron que cuando todo regresara a la normalidad, la finca que rentaron para su boda sería utilizada para un evento de caridad.
Se casaron de manera íntima y con mucho amor
Aunque no tuvieron una boda elegante y en compañía de aquellos a quienes más quieren, la pareja fue al registro civil de la ciudad y dieron el “sí, acepto” de una forma muy íntima y diferente. Quizá Emily no usaba un vestido blanco de ensueño, pero su corazón estaba inundado de felicidad, pues no solo está con el amor de su vida, sino que tuvo la oportunidad de ayudar a quienes más lo necesitan.