La planeación de la boda es algo único y muy especial, pues la pareja dedica meses eligiendo cada uno de los detalles que harán único e inolvidable su gran día.
Pero para esta pareja todo dio un giro de 180 grados, pues debido a la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, sus planes de boda se vieron aplazados y la ceremonia se canceló para la fecha pensada; sin embargo, eso no les impidió tener un poco de felicidad.
Se supone que sería una gran boda
Andrea y Gustavo habían planeado que su boda se celebrara durante el mes de marzo; sin embargo, acababa de comenzar la contingencia sanitaria en gran parte de México y la recomendación que todos teníamos era “quédate en casa”.
Obviamente, celebrar una boda era lo último que se podría hacer, así que la pareja de enamorados se vio forzada a aplazarla y cancelar ciertos servicios ya contratados.
Ambos tienen un gran corazón
A pesar de que solicitaron que los servicios no se realizaran a cabo el día acordado de la boda, el único servicio que no cancelaron para ese día fue el banquete, pues tenían un plan para toda esa comida.
Ayudaron a decenas de personas
Durante el domingo 29 de marzo la pareja solicitó el servicio de un taxi Uber para poder llegar al Hospital General de Irapuato, y durante el trayecto le contaron al conductor que irían a entregar los platillos (que originalmente eran para su boda) a todos familiares y personas que se encontraran en el hospital en espera de noticias sobre los pacientes afectados por Covid-19.
Les cuento que los chicos que ven en el asiento de atrás son grandes personas y de un enorme corazón. Al cancelarse la celebración de su boda al verse afectados por los daños colaterales de la pandemia, tomaron la decisión de celebrar en el Hospital General de Irapuato y compartir su banquete con algunos enfermos y familias que los cuidan.
—Israel, conductor del taxi
La pareja en ningún momento deseó hacer publica la noticia, pero gracias a este conductor podemos reconocer la gran labor realizada por los novios.
Es una experiencia que jamás olvidarán
Quizá Andrea y Gustavo deban esperar un poco más para poder celebrar su boda, pero lo que siempre tendrán en su corazón es el buen recuerdo de haber ayudado a esas personas cuando quizá nadie más se había preocupado por ellas.
Por ello es que les deseamos que su matrimonio esté lleno de amor y felicidad.