Las historias que circulan en redes sociales son muchas y muy diversas, siendo las que involucran a personas honestas las que nos llegan directo al corazón. Tal y como en el caso de un cerillito o empacador de supermercado, quien se convirtió en un respetable miembro de internet al saldar una deuda con las monedas que obtuvo durante ocho largos meses de trabajo.
Su historia fue compartida por la mujer que le prestó el dinero y sí, ya se convirtió en casi un milagro navideño, pues hoy en día no todas las personas suelen saldar sus deudas.
Prestar dinero siempre es un riesgo, pues hay quienes nunca lo ven de regreso y otros que prefieren cortar lazos con tal de no devolverlo. Sin embargo, siempre hay una excepción y así lo demostró un empacador de supermercado, quien pasó ocho largos meses juntando las monedas de sus ganancias para saldar un préstamo.
Su historia fue compartida en internet por la mujer que le prestó el dinero y quien, a su vez, se sintió conmovida con el gesto del hombre que sostuvo su palabra y trabajó durante días para cumplir lo prometido.
Dicen que cuando hagas algo con tu mano derecha, no lo sepa tu mano izquierda. Pero esto es de admirarse. Hace ocho meses que una persona me pidió 1500 pesos mexicanos (71 dólares) prestados, esa persona es de bajos recursos y ahora trabaja de empacador.
Me dijo: ‘Préstame 1500, te los pago en ocho meses’. Le presté el dinero porque me gustó su sinceridad. Hoy ya no recordaba ese dinero, pero él vino muy temprano y me pagó hasta el último centavo, así con puras moneditas. Yo quería llorar porque aún hay gente que realmente valora lo que es un préstamo.
Cabe destacar que la mujer que prestó el dinero nunca tuvo en mente que este volviera de regreso a ella y jamás solicitó ni un solo centavo a su deudor, tampoco lo presionó ni hostigó. Él simplemente cumplió su promesa y regresó el dinero en el lapso prometido.
El acto de honestidad y responsabilidad del hombre es aplaudido en redes sociales y ya se toma como ejemplo para todos aquellos que suelen pedir dinero sin intención alguna de regresarlo. Historias como esta nos regresan la fe en la humanidad y sus valores.