Ella es Aroosha Nekonam, originaria de Aberdeen, Escocia. Tiene 25 años, un titulo en Leyes y es instructora fitness y fisicoculturista, puede levantar el doble de su peso.
Durante muchos años padeció anorexia, y su condición era tan seria que podía quedar atada a una silla de ruedas si continuaba viviendo de esa manera. Por eso cuenta su historia, para poder ayudar a más chicas con este problema.
Ella siempre fue muy activa y perfeccionista
Aroosha fue bailarina desde los tres años de edad, y al llegar a la adolescencia decidió comenzar una dieta y hacer ejercicio. Desafortunadamente, el estrés que sufría hizo que restringiera alimentos y corriera 10 kilómetros diarios en su afán de perfeccionar su cuerpo.
En mi búsqueda de perfección, empece a hacerme más daño que bien… Sentir hambre era mi respuesta a todo, porque era lo único que mis ojos veían bien… Eso pensaba y merecía, porque sentía que era espacio perdido.
Cada vez se volvía más solitaria
Así como perdía peso, se aislaba del mundo y su cabello comenzaba a caerse, su piel se resecaba y siempre estaba resfriada. Ella planeaba visitar una clínica especializada en anorexia en Sudáfrica, pero era difícil que sobreviviera al vuelo.
Necesitaba apoyo
Con la ayuda de su familia y amigos, trabajando de la mano con su psiquiatra y su nutriólogo, gradualmente empezó a ganar peso y a darse cuenta de que no valía la pena hacerle eso a su cuerpo. Aroosha describe el infierno del proceso de recuperación, ya que su autoestima estaba muy baja y no creía que mereciera recuperarse. Cuando comenzó a sentirse mejor, decidió practicar yoga, lo que le ayudó a fortalecer su mente y cuerpo.
Comenzó a levantar pesas
Después de recuperar su amor propio, encontró publicaciones en Instagram de mujeres que practican el fisicoculturismo y se dio cuenta de que era el tipo de cuerpo que quería tener. Ahora se concentra en comer saludable para poder levantar más peso y no se conforma con los estándares de belleza de nadie.
Comparte su historia
https://youtu.be/YhmnH6SXc5k
El pasado mes de febrero ella compartió su historia para la National Eating Disorders Awareness.
El síntoma mortal de un desorden alimenticio es que es silencioso, si estás lidiando con él, te urge hablar con alguien. No dejes que te consuma, eres hermosa y mereces recuperarte.