Hay que admitir que cuando se es apasionado, dedicado y se lucha por los sueños, no hay barrera, persona o motivo suficiente que nos detenga para alcanzar nuestra meta.
Esta es, precisamente, la historia de Emily Athey, una chica invidente que desafía todas las probabilidades al cocinar y decorar pasteles igual que lo hace un chef profesional.
Emily es estudiante en el Pikes Peak Community College, en Colorado, y a pesar de haber sido rechazada en más de 50 restaurantes, según KKTV, su amor por la repostería la motivó a continuar hasta conseguir empleo en Icing on the Cake, una pastelería en la que pone todo su corazón y esfuerzo.
Mischa Halber, propietaria de la pastelería, le brindó la oportunidad que muchos le habían negado a causa de su ceguera. Pero su intención iba más allá: quería demostrar que los límites solo existen en la mente, no en las habilidades.
Estoy feliz de tener a Emily como parte de mi equipo, es una joven increíble que nos sorprende con su talento.
En solo seis meses de trabajo, Emily adquirió una amplia variedad de habilidades para hornear:
Aprendió a decorar bizcochos y galletas. También puede hacer decoraciones con fondant, rellenar pasteles y moldes para cupcakes.
Emily no solo es admirable por sus habilidades para hornear: también es fuente de admiración e inspiración para las personas con capacidades diferentes y sus familias.