Lo hemos visto en muchas películas: el protagonista hace una lista de deseos que tiene que cumplir antes de que llegue la hora de partir. Pero esta no es una historia ficticia; esto fue real. Una adolescente escribió una lista de sólo tres cosas que quería hacer antes de morir. El cumplimiento del tercer deseo supuso su muerte, a sus diecisiete años de edad. Esta es la historia de Rebecca Townsend.
Rebecca nació en Connecticut, Estados Unidos. Cursaba la secundaria, en 2012, cuando escribió una lista de cosas por hacer antes de morir como parte de una tarea escolar.
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Sus tres deseos eran: viajar a España, besar bajo la lluvia y salvar una vida.
En los años siguientes, Rebecca cumplió sus dos primeros deseos de la lista. Viajó a España en compañía de su familia, y gracias a su novio y a un día lluvioso, pudo dar un beso bajo la lluvia.
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Apenas el pasado 2 de julio Rebecca salió junto con sus amigos a ver un espectáculo de fuegos artificiales. Al regresar, ella y su amigo Ben Arne fueron golpeados por un automóvil. Arne sobrevivió gracias a que ella lo empujó fuera del auto ante el inminente impacto.
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Después de que Arne fue dado de alta, visitó a la familia Townsend y les contó la historia de cómo Rebecca le salvó la vida al empujarlo fuera del coche: “La última cosa que recuerdo es a Rebecca ayudándome a salir del auto y diciéndome que me diera prisa”.
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Semanas después de la muerte de Rebecca, su familia se reunió en su habitación para ver sus cosas y fue ahí cuando descubrieron su lista de deseos por hacer que había escrito años atrás.
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La familia se dio cuenta que Rebecca había cumplido su último deseo al salvar la vida de su amigo. Fue un momento muy emotivo pues lo tomaron como una señal que les enviaba la chica desde el cielo, para decirles que todo estaba bien.
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Para honrar la memoria de Rebecca, que siempre participó en obras de caridad, su familia creó una página en Facebook llamada Remembering Rebecca en la que animan a la gente a mantener su espíritu vivo siendo amables con otros, voluntarios o donadores por una causa.
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La respuesta de los seguidores de Facebook ha sido impresionante. Las personas están recordando a Rebecca haciendo de todo, desde pagar una clase de yoga o una bebida a otro hasta donar sangre o un órgano para transplante.
Su familia está muy agradecida por todas las muestras de afecto:
Significa mucho que ella esté viviendo en el corazón y la mente de las demás personas.
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Rebecca era una chica llena de amor, y aún tras su partida, sigue repartiéndolo a través de las personas que conocen su historia y se unen al movimiento Remembering Rebecca, que se ha vuelto viral.
