Ahora es cada vez más frecuente ver que las personas se muestran tal cual son en sus empleos o en actividades de la vida cotidiana, ya sea exhibiendo sus tatuajes, pintando su cabello de colores extravagantes, usando perforaciones o dejando de lado los tacones y faldas -que en algunos países orientales son obligatorios para las mujeres en el trabajo.
Pese a que se ha avanzado en el tema de los estereotipos o el tradicionalismo extremo, hay quienes se resisten al cambio. Esto le ocurrió a Stephanie Suarez, una científica que fue atacada por un ingeniero que considera que tiene una imagen “poco profesional” por su aspecto.
Recibió críticas por su apariencia
El cabello rojo fuego y tatuajes son dos características físicas que definen a Stephanie, quien se siente cómoda con su look. En una ocasión que revisó su cuenta de LinkedIn notó que tenía un mensaje de un ingeniero, lo abrió y se enteró de que, según el hombre, su imagen era nada profesional para un empleo en la ciencia y la comparó con un camarero.
Compartió su experiencia
Stephanie decidió compartir la amarga experiencia que tuvo al recibir los comentarios de quien la atacó en el mensaje, con el fin de conocer la opinión de otras personas:
Acabo de hacer una cita para mi segundo tatuaje y voy a teñirme el cabello más rojo este fin de semana. Me atacó un ingeniero a través de LinkedIn por ello. En mi opinión, comentar sobre la apariencia de alguien es menos profesional que lo que tengo en mis brazos o cabello.
Los internautas la apoyaron
Los usuarios coincidieron en que una persona no puede ser juzgada por la manera en la que viste o los tatuajes que tiene. Cada cual posee la libertad de hacer lo que desee con su cuerpo, y el profesionalismo no lo define la imagen.