Una de las formas más efectivas para enseñar a los hijos valores como la caridad y el respeto es ayudando a los demás. En el último año se ha dado una ola de iniciativas en redes sociales para ayudar a los que menos tienen, o a las personas que no tienen un techo bajo el cual dormir; desde la donación de abrigos y chamarras en puntos urbanos hasta la elaboración de alimentos en albergues.
Pero un movimiento que está surgiendo con fuerza, al menos en los Estados Unidos, son las “alacenas de bendiciones”, que son simples gabinetes instalados principalmente a las fueras de las casas o de negocios de comida, en donde se dejan alimentos no perecederos para que las personas tomen lo que necesitan.
Un ejemplo de esta alacena es la que Maggie Ballard y su hijo Paxton, de Wichita, Kansas, tienen al frente de su domicilio. En ella dejan alimentos, ropa y artículos de higiene personal. Los productos son donados por la familia y la comunidad, incluso algunos negocios cercanos le dan dinero a los Ballard para que compren lo necesario para la despensa.
Solo hay una regla que seguir y está puesta en la puerta de la alacena: “Toma una bendición cuando la necesites. Deja una bendición cuando puedas”.
Aún y cuando la alacena está ubicada al frente de su casa y en una zona muy transitada por peatones, los Ballard pocas veces han visto gente que se acerca a tomar algo porque la mayoría de la gente va entre la medianoche y las 7 de la mañana. Creen que algunas personas sienten algo de vergüenza al admitir que necesitan ayuda y no quieren que los demás vean que acuden a la despensa.
La labor que realiza esta familia ha sido reconocida tanto por quienes han hecho uso de la despensa como por la comunidad, ya que regularmente reciben tarjetas o cartas de agradecimiento.
Han conservado algunas de ellas con mucho cariño por el mensaje:
“Paxton: soy lo suficientemente viejo para ser tu abuelo y todos mis héroes se están volviendo viejos o están muriendo. Pero ahora, ¡tú eres mi HÉROE! ¡Gracias!
Y también a tu mamá.”
Maggie comenta que con este proyecto, además de ayudar, quiere enseñarle a su hijo la importancia de no dar por sentado todo, porque hay muchas personas que no saben cuándo será su próxima comida.
La iniciativa va en aumento. Se sabe de despensas ubicadas en los estados de Oklahoma, Indiana, Kentucky, Florida y Minnesota; incluso hay algunas que están en escuelas de Texas donde ofrecen alimentos para estudiantes que los necesiten.
¿Qué te pareció esta forma de ayudar a los demás? Nunca está demás enseñar y aprender a compartir.