No todos tenemos la enorme fortuna de dormir en una cama, debajo de un techo que nos proteja del frío o del calor del sol; algunos no cuentan con el privilegio de contar con un poco de alimento en casa para su día a día, y es por ello que se ven en la enorme necesidad de salir a las calles para pedir de casa en casa y así poder sobrevivir un día más.
Cuando nos encontramos frente a una situación así la verdad es que no nos percatamos de todo el trasfondo de la vida de esas personas; solemos ignorarlas, no abrirles la puerta, e inclusive hay quienes sin tocarse el corazón deciden burlarse de ellos tratando de hacer “una buena obra”. Algo así sucedió con José Adán Barrera Méndez, un abuelito que vive en la Ciudad de México.
Hay personas muy insensibles en el mundo
Hace poco más de una semana don José andaba por las calles de la Ciudad de México de casa en casa pidiendo un pedazo de pan para poder acompañar su plato de comida que “amablemente” le había dado un hombre en otro domicilio.
Esto llamó la atención de Elian Cruz, una mujer que lo vio sentado afuera de su domicilio, pero más allá de causarle lástima lo que sintió fue coraje y enfado, pues al abuelito solo le habían dado un plato de arroz mezclado con croquetas para perro, lo que claramente era una burla para el ancianito. Así que tomó una fotografía de don José y la dio a conocer en redes sociales.
Cada día la moral de las personas está por los suelos… Hoy me encontré a un viejito ambulante sentado afuera de mi casa, pidiendo un pedazo de pan para acompañar la ‘comida’ que alguien le había dado. A mí, se me hace una verdadera falta de respeto que gente tan desagradable haga este tipo de cosas. Darle un plato con croquetas y arroz a un señor mayor de edad. Para mí es sinónimo de burla y de gente sin educación. Es triste ver cómo entre nosotros mismos nos tratamos como mierda. En fin, decido subir esto para abrir corazones y alentar la moral.
—Elian Cruz
Elian comenzó a cambiar el destino de don José
Gracias a esa publicación, un joven de nombre Fabián González tomó la decisión de buscar al abuelito y ayudarle personalmente. Lo llevó a su casa, le dio de comer, don José tomó un baño y además Fabián le dio ropa limpia para que estuviera mucho más cómodo y le dejó dormir en su casa, por lo que don José descansó y comió muy rico.
Siempre actuando con buena fe sin querer perjudicar a nadie, ni lo hago por querer quedar bien. Los que me conocen realmente saben que es con todo el corazón; si tuviera más para darle lo hago. Dios es grande y da para todos. Él se llama don José Adán Barrera Méndez, de Campeche. Vive muy humilde; se pasaron de listos en burlarse de él. Pero hoy comerá de lo más rico. No lo hago para ofender a nadie ni por quedar bien, sino que me destruye ver gente así en ese estado. Aporten un poquito cuando vean a gente así. Buenas noches. Hoy paseo en moto.
—Fabián González
Más personas se unieron para ayudar
La publicación de Elian no solo llegó a Fabián, sino que cientos de personas conocieron la historia, por lo que se ofrecieron ayudar de diferentes formas, realizando donaciones de alimentos, ropa y artículos de higiene.
Fabián tenía la firme intención de rentarle un cuarto a don José donde pudiera tener un mejor lugar para vivir, ya que donde habita realmente no era apto para que una persona estuviese ahí; sin embargo, para don José el irse de ese terreno no era una opción, es lo único que tiene y estaba más que claro que no dejaría aquel lugar.
Por ello Fabián optó por hacer algo diferente; junto a un grupo de amigos comenzaron a limpiar el terreno, deshaciéndose de la basura y escombros que ahí había, para después comprar material de construcción con donaciones que las personas habían hecho, para levantar una casita que sería para don José.
¡Don José ahora tiene un hogar!
Quizá no sea la casita con todos los lujos, pero para don José es perfecta, tiene todo lo que él necesita para vivir, y sobre todo la ayuda de Fabian continuará, ya que él es consciente que no debe trabajar ni pedir en las calles, sino disfrutar de su vejez y descansar, así que con ayuda de otras personas mes con mes le ayudará con comida y otros recursos.
Amigos, la ayuda a don José sigue y seguirá. Él está un poco desanimado pues se aferra a quedarse en su terreno, entonces se le hará una casita para que pueda dormir bien; ya no se le rentará un cuarto porque no quiere, dice que en su casita estará bien. La ayuda del amigo de California seguirá y la de muchas personas igual, nada más que hubo un cambio de planes porque él se siente feliz así, y pues así será. Todo es de corazón; aclaro, no porque lo sigan viendo en su casita piensen que fue puro circo o ya no se le ayuda, el día domingo empezaremos a darle con la limpieza y la construcción. Él se aferra a quedarse ahí y no podemos obligarlo a moverse, él es feliz como está, solo le daremos la ayuda necesaria. Gracias a todos lo que en verdad aportaron.
—Fabián González
Ahora don José podrá ser feliz en su terreno, pero con las comodidades necesarias para que viva de manera digna. ¡Muchas gracias, Fabián, y a todas las personas que también le han ayudado!