Recientemente la periodista boliviana Karla Beahed Villaroel Vaca fue víctima de ataques cibernéticos después de ser vista vendiendo empanadas y sándwiches en la calle durante sus días y horas libres.
Lo que sus haters no esperaban es que la chica respondería de manera épica, dejándolos callados y demostrando que el esfuerzo tiene mejores recompensas a comparación de pasar el tiempo tras un monitor criticando el trabajo de otros, sin importar cual sea este. Su mensaje ha generado aplausos entre cientos de internautas, quienes se unieron para defenderla.
Karla fue fotografiada en la calle mientras vendía desayunos y sostenía una cartulina. Esta es su segunda ocupación y no todos la conocían, pues ha sido discreta en su vida personal y actividades secundarias.
Tras ser captada laborando de esta manera, una mujer la criticó duramente, preguntándole si no sentía vergüenza de que su trabajo como reportera no le diera el dinero suficiente y tuviera que vender comida en las calles. Karla solo rio ante el comentario fuera de lugar y respondió dejando en claro que ama su trabajo y que la venta de comida es un extra para alcanzar sus sueños más rápido de lo planeado.
No me da vergüenza. ¡Sin miedo al éxito!
Así le respondí a la señorita que me escribió para burlarse de mí por vender empanadas y sándwiches los fines de semana. Ella me dijo de manera burlesca: ‘¿Qué pasó, Karla, el periodismo no te da plata, tan bajo has llegado?, ¿no te da vergüenza?’. Simplemente me reí y le dije la frase que está al principio de este texto.
Sabía que no valía la pena y no tengo por qué explicarle nada. Ahora yo le digo a ustedes, esa no es la cuestión, si da plata o no. Lo que importa son las ganas de superarse; vergüenza es robar, vergüenza es ser mediocre por burlarse de las ganas que tiene una persona de salir adelante buscando ingresos de manera honrada con sacrificio, sin hacerle daño a nadie y sin meterse en la vida de nadie. ¡Eso es vergüenza! Amo mi trabajo, estoy orgullosa de ser periodista. Pero si hay la posibilidad de hacer algo extra, honestamente lo hago.
En una conversación con un medio local, Karla reveló que la idea de vender comida surgió al visitar un sitio cerca de su hogar durante su trabajo como reportera y notar la falta de negocios alimenticios. Su emprendimiento deja en claro que quien quiere, puede y no importa lo que digan los demás, pues son nuestros propios esfuerzos los que nos hacen brillar.