Más de una mujer puede asegurar que el lazo entre una madre y su hijo vence casi cualquier adversidad. Así fue el caso de Amelia Bannan, una chica argentina que en 2016, estando embarazada, quedó en coma después de un accidente automovilístico.
Tres meses después, y aún inconsciente, Bannan dio a luz, pero no despertó hasta que el llanto y la presencia de su retoño la hicieron reaccionar. Hoy, Amelia cumple 34 años y su recuperación y amor maternal la han convertido en una inspiración para cientos de personas en Internet.
Cuando estaba embarazada, esta argentina tuvo el peor accidente
Amelia trabajaba como policía en Provincia de Misiones, Argentina, cuando en 2016 quedó embarazada por segunda vez. Ese mismo año, el 1 de noviembre viajaba en un coche junto a su familia y algunos amigos cuando ocurrió un aparatoso accidente en el que su esposo salió ileso, así como su hijo aún sin nacer, pero ella quedó en coma después de que el siniestro le dejara un fuerte traumatismo cerebral.
La noche de Navidad, todavía inconsciente, ella dio a luz a su hijo, Santino, y fue gracias a que su familia lo mantuvo a su lado que Amelia dijo sus primeras palabras después del accidente.
“Al preguntarle cosas, ella respondía levemente con palabras como ‘sí, no, y amén'”, expresó César Bannan, hermano de Amelia.
Después del parto, las cosas mejoraron para Amelia
Roberto Gisin, terapeuta físico y doctor de Amelia, explicó que días antes de que su paciente despertara, tenía reacciones solo cuando su bebé estaba presente; estímulos como el llanto o el contacto con la piel de su hijo fueron factores vitales con los que se aceleró notablemente la recuperación de la madre de 34 años.
“Amelia no deja de darnos sorpresas. Confiamos en que se recupere y pronto la veamos caminando de la mano con su hijo”, comentó su neurocirujano Marcelo Ferreira.
Amelia despertando con su hijo en brazos, más que conmovedor
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Sobre posibles secuelas aún no existe un pronóstico seguro, pero regularmente se sabe que las personas que despiertan de un coma sufren dificultad para el habla y lentitud en algunas reacciones físicas.
Sin embargo, Amelia no podría tener más orgullosos a los doctores y a su familia al convertirse en un ejemplo de lucha, pues su impresionante recuperación y los cambios positivos junto a su pequeño Santino han sorprendido e inspirado a más de uno.
“Yo creo que ella tiene que andar bien. El estímulo de su hijo y su familia han sido vitales y serán lo más importante ahora para Amelia”, concluyó Ferreira sobre su paciente.