Whitney Kittrell es una mujer de Utah (EE.UU.) y madre soltera de dos preciosos niños. Normalmente, no hay nada que una madre no pueda hacer por sus hijos y Kittrell prometió que haría cualquier cosa para que sus hijos tuvieran una vida normal, y hasta ahora lo ha hecho muy bien. Pero un día, su hijo volvió de la escuela con una noticia que la puso en un aprieto.
Le comentó que en la escuela celebrarían un desayuno de padres e hijos, sintió que su corazón se desmoronaba por no poder ayudar a su pequeño. De la tristeza pasó a la sorpresa cuando al preguntarle si quería que su abuelito lo acompañara, él le contestó: “no, quiero que seas tú, porque eres mi mamá y mi papá”.
La joven madre compartió la solicitud de su hijo, explicando el difícil desafío de llevar las riendas de la familia en solitario.
“Cuando me convertí en madre soltera hace tres años, me prometí a mí misma que haría cualquier cosa que estuviera a mi alcance, aunque eso requiriera salirme de mi zona de confianza, para darles a mis hijos una vida normal”.
Al compartir esta experiencia en su página de Facebook, Kittrell explicó que esa promesa la ha llevado, entre otras cosas, a jugar beisbol con su hijo y matar insectos sin gritar. Pero esta vez, su amor la llevó a dar un paso que nunca imaginó: se disfrazó de hombre. Temiendo el rechazo o la incomodidad de los otros padres, la amorosa madre se vistió con el atuendo deportivo “más masculino” que pudo, se colocó un bigote y una barba artificial y acompañó a su hijo al desayuno escolar.
Sus nervios se fueron disipando cuando sel la iba presentando a los demás de esta manera: “Ella es mi mamá y como también es mi papá, la traje conmigo”.
“Cuando me iba, él corrió detrás de mí, me abrazó muy fuerte y me susurró ‘mamá… sé que siempre estarás ahí y harás cualquier cosa por mí. Gracias. Te quiero’. Entonces, me dio un beso en la mejilla y salió corriendo. Espero que recuerde este día, porque yo nunca olvidaré sus dulces palabras”.