Los abuelitos suelen ser unos segundos padres, en ellos encontramos refugio, amor y muchas horas de buenas anécdotas, sin olvidar la deliciosa comida preparada con un exquisito sazón y muchísimo cariño. Sin embargo, por más que deseemos que ellos sean eternos, lamentablemente no puede ser así.
Lo que sí es posible es ayudarles en todo lo que ellos necesiten, tal y como lo hicieron Javier y José, dos pequeños que a pesar de no contar con los recursos adecuados, se las ingeniaron para llevar a su abuelito Victorio a que recibiera la vacuna contra el covid-19.
El amor por su abuelo es enorme
Javier tiene 11 años y su hermano José, siete, viven en la localidad de San Isidro Monjas, en el municipio Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, y están muy unidos a su abuelo, un hombre de 76 años, quien los quiere mucho y suele estar con ellos de manera frecuente.
Los adultos mayores han sido una de las primeras personas en recibir la vacuna contra el covid-19 en México. Pero no todos los abuelitos son capaces de movilizarse por si solos a los centros de vacunación que se instalan en las localidades, por lo que Javier, con la ayuda de su hermano, se encargó de que a su abuelo recibiera el medicamento.
Se las ingeniaron para ir al centro de vacunación
Nancy García, la madre de los menores, le pidió a su hijo Javier que llevarán a su abuelo al centro de vacunación, pues ella no podría acompañarlos, ya que debía cuidar a sus hijos más pequeños. Los niños sabían que el centro de vacunación estaba un poco lejos de casa y su abuelo no podía permanecer mucho tiempo de pie, pero eso no iba a ser impedimento para no cumplir con su tarea.
Así que sacaron una carriola de su casa y le pidieron a don Victorio que se sentara en ella. De esta forma, los dos pequeños empujarían la carriola hasta el lugar indicado. Al llegar ahí, la escena causó gran revuelo, no solo por el gran esfuerzo de los niños, sino también porque estaban siendo un ejemplo del verdadero amor familiar.
La familia entera ha recibido ayuda
Javier y José forman parte de una familia de escasos recursos y aunque su madre hace todo lo que puede para llevar algo de comer cada día, sus condiciones de vida no son buenas, por eso para estos niños era importante que su abuelo se vacunara, pues así evitarían que se contagiara de coronavirus.
Debido al esfuerzo y amor que demostraron estos niños por su abuelo, el DIF Municipal le regaló una silla de ruedas a Victorino, de esta forma se podrá movilizar con mayor rapidez y comodidad. Además, les proporcionaron un apoyo alimentario, así tendrán un poco más de comida disponible en casa.