La mejor forma de mostrarle al mundo el nivel de compromiso de una relación es contraer matrimonio, por eso muchos gastan una fortuna en ceremonias lujosas o en escenarios paradisíacos, con tal de perpetuar ese mágico momento.
En el caso de Ashley Schmeider y James Sisson, de California, Estados Unidos, dejaron atrás las típicas cenas con la familia y amigos y quisieron formalizar de una manera única y especial, nada más y nada menos que en la cima de la montaña más alta del mundo.
El mejor escenario
A 8 mil 848 metros de altura, con un único invitado, el fotógrafo especialista en bodas extremas Charleton Churchill, y acompañados por un equipo de sherpas (nativos de un pueblo cercano a Nepal), cambiaron las mesas elegantes y las velas por tiendas de campaña, piolets y mochilas.
Lo único importante era su amor
Después de haberlo planeado por un año y haber realizado un viaje de tres semanas, por fin llegaron hasta la cima, se juraron amor eterno y se dieron el “Sí”.
Una boda de ensueño
Estos fanáticos de la naturaleza y los deportes extremos caminaban cada día seis horas sin parar a 15 grados bajo cero, hasta que llegaron a la base del Everest para poder llevar a cabo las fotografías del día más especial de su vida.
Un atuendo un poco diferente
Él, vestido con un elegante smoking negro y ella, con un hermoso vestido de novia blanco, ambos usando botas para la nieve, con un fondo espectacular que dejaría a cualquiera sin aliento, sabían que deseaban que esto ocurriera desde el momento en el que tomaron la decisión de comprometerse.
Nunca hubieran cambiado de opinión
Ambos admitieron que les hubiera encantado compartir ese día tan especial al lado de su familia y amigos, pero habían llegado a la conclusión de que ese era el lugar indicado para poder unir sus vidas, por lo que no dudaron ni un segundo sobre lo que habían planeado.
Las imágenes se volvieron un fenómeno viral
Charleton Churchill dejó un emotivo mensaje en su cuenta en Instagram:
“Puedo agradecer a todos los que participaron en nuestra aventura en el monte Everest, una boda que se ha convertido en algo más grande de lo que hubiera imaginado. Las imágenes se han convertido en nacionales e internacionales y se han vuelto virales”.
Ahora su historia es conocida en todo el planeta
“Aún estamos sorprendidos. Esta pareja se casó en el campamento de la base del monte Everest, antes de que llegaran todos los montañistas, cuando el único sonido era el del viento, el hielo, las piedras que chocaban bajo nuestros pies y las increíbles avalanchas, el sonido del gas de las estufas y los pájaros que volaban sobre nosotros. Todo era paz. Incluso cuando estábamos completamente exhaustos y con frío, aún nos quedaba energía para poder disfrutar de todo lo que había alrededor de la boda”.