Hombres y mujeres estamos socialmente divididos por roles de géneros. Desde antes de nacer se nos predestina una división: si somos niñas el primer color que usaremos es el rosa. Cuarto rosa, ropa, carriola, juguetes y todo lo que sea para nosotras será de ese color. En cambio, si somos niños se nos destinará el color azul. Y así conforme vamos creciendo, nos van marcando divisiones según sea nuestro género.
Cuando somos pequeños nos enseñan que las niñas deben jugar con muñecas y los niños con carritos. Pero, ¿qué tiene de malo si un niño decide jugar a ser papá por un día? Por eso, la cadena de supermercados francesa Systeme U ha querido demostrar que los juguetes también pueden ser universales.
¿Qué opinas de esto? ¿No crees que es momento de romper con las diferencias de género y dejar que los niños se diviertan con el juguete que quieran?
Un juguete o un color no va a definir quiénes somos y lo que seremos de grandes. Dejemos que los niños crezcan en un mundo de igualdad en el que no existe diferencias ni luchas de poder.