Cuando somos niños y acompañamos a nuestros padres al supermercado nos encanta correr en los pasillos, inventarnos historias y jugar mientras ellos hacen las compras, de forma que en más de una ocasión nos perdemos y tanto mamá como nosotros terminamos preocupados y tristes hasta que algún trabajador nos vocea y podemos volver a su lado.
Pero no siempre sucede así; en muchas ocasiones cuando un niño se pierde acompañando a sus padres mientras hacen las compras no se le vuelve a encontrar, como fue el caso de Adán Tolentino, quien estuvo separado de su familia durante 30 años.
Adán acompañaba a su padre
Durante los 90, cuando Adán tenía apenas seis años de edad, había acompañado a su padre a la Central de Abastos de la Ciudad de México, pues era dónde él trabajaba. Su padre comentó que lo perdió de vista solo unos segundos, y cuando lo buscó ya no estaba en el lugar.
¿Qué pasó con Adán?
Por otro lado, Adán narra que cuando se separó de su padre fue porque vio a unos niños jugando cerca de ahí y quería ir con ellos, pero al regresar con su padre ya no lo encontró, lo que lo llevó a comenzar a vender chicles en la calle para poder sobrevivir.
A pesar de todo tuvo mucha suerte; una familia de Veracruz lo encontró en la calle y quiso ayudarlo, por lo que se lo llevaron a Poza Rica, le hicieron un espacio en su casa y él continuó estudiando, aunque recordaba a su familia que se encontraba en Ciudad de México.
Uno siempre vuelve a donde fue feliz
Adán vivió gran parte de su vida en Poza Rica, siempre agradecido con la familia que lo acogió después de haberse perdido; más tarde se casó y se mudó a Hidalgo, y contrario a lo que se pudiera pensar, su esposa sabía que su verdadera familia se encontraba en la Ciudad de México, e insistía en los buscara. Y aunque la idea lo ponía nervioso, accedió. Hizo una llamada a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (COBUPEM), dio sus datos y tras unos días de espera obtuvo una grata sorpresa.
Sus hermanas, quieres recibieron la notificación de búsqueda, corroboraron todos los datos y confirmaron la historia de Adán.
Una noticia muy feliz, no había palabras en ese momento cuando nos dijo que íbamos a estar en contacto con él, ya iba yo entendiendo que no era una mentira lo que nos estaban diciendo, sino que era una verdad.
-Lucía, hermana de Adán
El reencuentro más esperado
Tras hacer algunos arreglos y de preparar sus maletas, Adán y su esposa viajaron a la Ciudad de México a reencontrarse con su familia, un momento si duda alguna memorable y emotivo.
Estoy bien agradecido, sentí ahora sí que volví a nacer, es una alegría muy grande de verdad. Me sentía que me faltaba algo, no sé, algo de mí. Creo que volvió a mí esa alegría.
-Adán Tolentino