Ana Jiménez, una mujer colombiana y madre de tres hijos, se enfrentó durante más de tres décadas a un vacío y tristeza inmensa por el robo de uno de sus pequeños.
Sin embargo, debido a la fe y determinación de Juan, su hijo, tuvo la enorme fortuna de reencontrarse con Jonathan, su pequeño que tenía apenas tres años cuando lo alejaron de su lado.
Le robaron un pedazo de su alma
El desafortunado suceso ocurrió el 25 de septiembre de 1987, cuando Ana tenía 25 años. Ella estaba en casa con algunas visitas, mientras que Juan, de cinco años, veía por la ventana del segundo piso a sus hermanos Alfonso, de siete, y a Jonathan, de tres, jugar futbol.
También alcanzó a ver cómo Camilo Guzmán, un amigo de su padrastro, se acercó a ellos y se llevó a Jonathan. El pequeño Juan no hizo nada, pues creía que regresarían pronto, ya que Camilo era un amigo de la familia. Más tarde, cuando Ana notó la ausencia de su hijo, comenzó a buscarlo por todos lados, pero no lo encontró. Ella no sabía si poner una denuncia, pues desafortunadamente Jonathan había nacido en casa y nunca fue al registro civil para obtener su acta de nacimiento.
La tristeza inundó a la familia
Ana y su familia buscaron a Jonathan sin cesar, pero conforme pasaban los días, menos sabían de él. De pronto, los días fueron semanas, las semanas se convirtieron en meses y los meses, en años.
En 1994, siete años después del robo de su hijo, Ana recibió la visita de Camilo, quien le confesó lo que había hecho y le aseguró que su pequeño estaba bien, que una familia de Estados Unidos lo había adoptado y que no tenía por qué preocuparse, que incluso estaba mejor allá, pues ellos tenían dinero y podían darle todo lo que ella no podía.
Ana nunca perdió la esperanza
La noticia que le dio Camilo le dolió muchísimo, pero se alegró al saber que Jonathan estaba con vida. Estaba segura que lo iba a encontrar, así que tomó la decisión de quedarse en su domicilio y conservar el mismo número de teléfono por si Jonathan regresaba.
Por otro lado, Juan, quien ya tenía 12 años, comenzó a tener el deseo de buscar a su hermano, pero no fue hasta que tuvo 24 cuando realmente dio el primer paso.
Comenzó a buscar a su hermano y nunca paró
Juan decidió estudiar actuación y teatro, por eso le fue posible participar en algunos proyectos que se llevaban a cabo en Estados Unidos. A pesar de estar en el mismo país en el que supuestamente estaba Jonathan, nunca supo por dónde empezar a buscar y sin mucho éxito, cuatro años después, regresó a Colombia. Fue ahí cuando decidió confiar en Dios y buscó a Camilo, pues él era el único que sabía lo que había pasado con su hermano menor.
Su única pista desapareció
Juan contrató a un investigador privado para encontrar a Camilo, pero la búsqueda fue en vano, hasta que encontró en Facebook una publicación con la foto de este hombre y decidió contactarse con él. Para su mala suerte, había muerto seis meses atrás. Sin embargo, decidió hablar con sus hijas, pues ellas quizá sabían qué había pasado con su hermano.
Cuando se reunió con ellas, fue una de sus tías quien aseguró que Jonathan había dormido una noche con ellos, pero después Camilo se lo había llevado. Una vez más, no tenía pistas.
Algo inesperado sucedió
Durante el 2018, en el boom de las pruebas de ADN, Juan se encontró con un giveaway de My Heritage, una empresa que con el afán de hacerse más conocida regalaba sus kits a quienes tuvieran una historia que contar, y así lo hizo. Compartió con ellos la pérdida de su hermano y cómo no habían perdido la esperanza de reunirse de nuevo a pesar de que habían pasado 31 años.
Aunque no fue de forma inmediata, el 2 de diciembre de 2019, Juan recibió un mensaje de la compañía. Al parecer los resultados de alguien más indicaban una relación sanguínea.
¡Oye! Soy John, de 34 años y actualmente vivo en Noruega.
Fui adoptado en un orfanato en Colombia a la edad de cuatro años. No tengo familia conocida, razón por la que tomé este examen…
El resultado sugiere que eres mi medio hermano, tío o sobrino, así que a menos que tú también seas adoptado, ¡parece que estoy muy cerca de encontrar más información sobre lo que me pasó en Colombia en los años 80!
-Mensaje que recibió Juan
Un reencuentro muy esperado
Juan le dio la noticia a su madre, quien de forma inmediata recuperó la felicidad y le pidió a su hijo que fuera a visitar a su hermano y que lo trajera de regreso. El 2 de enero de 2020, Juan viajó a Noruega y cuando vio a Jonathan, la vida reinició. Los dos hermanos platicaron mucho y descubrieron algo muy triste: a Jonathan le hicieron creer que su familia biológica no lo quería y por eso lo habían abandonado.
Él creció pensando que su mamá o su papá lo habían tirado a la calle, pero nunca supo que lo habían robado.
-Juan
Finalmente Jonathan volvió a casa
El 7 de enero de 2020, Juan y Jonathan regresaron a Colombia y Ana recibió a su ya no tan pequeño hijo con una fiesta en el barrio. Además, adornó las calles y su casa para darle la bienvenida. Habían pasado 32 años desde la última vez que lo había visto o abrazado.
Juan le traducía a su hermano y a su madre lo que querían decirse, pues desafortunadamente su hermano no hablaba español. Debido a la pandemia, Jonathan se quedó en Colombia y ha estado con su madre compartiendo todo e incluso decidió aprender español y dejó de necesitar la ayuda de Juan. Además, en su cumpleaños tuvo 32 pasteles y 32 regalos, uno por cada año que no estuvo en casa.