El nacimiento de un hijo es algo maravilloso, llena de alegría y buenos deseos a la familia, pues se tienen cientos de planes por cumplir para el bebé en cuestión; sin embargo, a veces esa felicidad se ve eclipsada por una pérdida irremplazable e incomprensible.
Hugo Alberto Vicente tuvo que enfrentarse a la paternidad en soledad, pues tras el nacimiento de sus esperadas trillizas una mala noticia llegó a la familia, ya que su esposa falleció sin poder conocer a sus bebés o despedirse de su marido.
Unas bebés amadas y queridas por todos
Hugo y Erika son originarios de El Salvador, son padres de una niña de nombre Nayeli de apenas 5 años y el pasado 1 de mayo de 2020 el matrimonio acudió al Hospital 1° de Mayo para darle la bienvenida a las nuevas integrantes de la familia: unas bellas trillizas que colmarían su hogar de bendiciones y alegría, pero no todo salió conforme a lo planeado.
Hugo tuvo que enfrentar la paternidad solo
Tras el nacimiento de las bebés, a las que nombraron como: Ana Zafiro, Andrea Nicolle y Ariana Giselle, los médicos le informaron a Hugo que Erika estaba sufriendo algunas complicaciones debido a la cesárea y por ello no despertaba de la anestesia; jamás le dieron alguna otra explicación y tras diez días de estar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) le dieron la triste noticia del fallecimiento de su joven esposa.
Todo era una mezcla de sentimientos encontrados
Vicente recibió a sus bebés el día 13 de mayo, tres días después de la muerte de Erika, para que se las llevara a casa y aunque estaba feliz de poder estar con sus cuatro hijas, tenía un gran vacío, ya que su compañera de vida se había ido, no solo dejándolo a él, sino también a sus bellas niñas.
Yo le he prometido a Erika que yo tengo que salir adelante con mis hijas, pues son el fruto de su vientre; dio su vida por ellas y estarlas viendo es como si la viera a ella.
-Hugo Alberto Vicente
Afortunadamente, ha salido adelante
Tras cinco meses de la muerte de Erika, Hugo ha sabido cómo adecuar sus horarios para continuar trabajando y cuidar de sus hijas al mismo tiempo. Su familia le ha ayudado en todo lo posible, cuidan de las niñas por las mañanas mientras él trabaja y le ayudan con pañales, ropa o leche siempre que pueden.
Hugo sabe que ha sido difícil, pero no se va a rendir pues ver sanas y felices a sus niñas es el reflejo de su esposa, quien los acompaña, a pesar de que ya no se encuentre físicamente con ellos.