Hay episodios en la vida demasiado dolorosos para contarlos, pero cuando se tiene una actitud positiva, se convierten en lecciones que merecen la pena ser compartidas. Este es el caso de Kelli, una niña inglesa de seis años, quien ha padecido en dos ocasiones de cáncer y quien inspiró a su padre Tom Attwater, a conseguir fondos para el tratamiento de su hija, en caso de que volviera a recaer, y sin importar que él mismo estuviera en fase terminal.
Después de una lucha incansable de más de 3 años y recaudar la cifra de 500 mil libras, Tom falleció en su hogar a los 32 años, no sin antes escribir una carta llena de amor, fuerza y esperanza para su pequeña Kelli.
“Querida Kelli:
Lo siento, no llegaré a verte crecer tanto como me gustaría. Por favor, no culpes a otras personas o al mundo por esto. La vida está llena de golpes de suerte y los míos se están acabando. Desearía encontrar las palabras que te hiciesen sentir mejor. Desearía no tener cáncer y que no me tuvieses que ver sufrir tanto como lo haces ahora. Desearía que muchas cosas fuesen diferentes, pero no lo son.
La mayoría de los papás e hijas tienen décadas para charlar sentados en la mesa de la cocina, calentándose las manos con una buena taza de café, con el papá dando consejos a su niña, mientras ella pone los ojos en blanco. No tendremos esos momentos. No podré llevarte a clase en tu primer día de colegio, recogerte, después de tu primera cita, abrazarte cuando te rompan el corazón o aplaudirte cuando te gradúes.
Pero mientras todavía esté por aquí, voy a intentar darte algunos consejos que te sean útiles en tu vida. Espero que te reconforten. Espero que el cáncer nunca vuelva para que tu vida sea larga, plena y feliz.
Colegio
Todo el mundo te dirá que es vital que te esfuerces mucho, espero que siempre pongas todo de tu parte. Fui un buen estudiante en el colegio, ¿pero eso me hizo algún bien en la vida? No mucho. El colegio es importante, pero también asegúrate de divertirte.
Chicos
Ahora mismo, no haces mucha distinción entre niñas y niños y los ves a todos como amigos. Es normal. Pero Kel, eso cambiará según te vayas haciendo mayor. Puede que los veas tontos y molestos en los próximos años, pero cuando llegues al instituto, descubrirás que pueden ser bastante amables. Tendrás novio cuando seas mayor (¡muy mayor, espero!) y no estaré por aquí para interrogarle sobre sus intenciones. Así que aquí tienes un consejo de tu viejo padre: es muy difícil describir lo que se siente cuando realmente estás enamorado. Puede que nos recuerdes a tu madre y a mí riendo juntos o abrazados en el sofá, eso es amor verdadero. Diviértete buscándolo… Desgraciadamente, un día te romperán el corazón. Duele muchísimo y se sentirá como si se acabara el mundo. Pero lo superarás. Incluso si lo suyo no funciona, trata de ser amable. Los chicos también tienen sentimientos. Por último, si tienes un mejor amigo que siempre está ahí cuando tus novios vienen y van, no lo subestimes. No lo pases por alto. Puede que le importes de verdad.
Matrimonio
A veces sueño con tu boda y me imagino llorando mientras te llevo al altar y te entrego a tu futuro marido. No podré hacer eso, Kelli. Lo siento, cariño. Pero estaré contigo ese día, orgulloso y feliz de que hayas encontrado a alguien especial que te quiera y te proteja.
Mami
Tu madre y tú discutirán a veces, especialmente cuando seas una adolescente. Por favor, recuerda que te adora y que quiere lo mejor para ti. Dale a tu madre un abrazo cuando esté triste y ayúdense mutuamente cuando vivan momentos malos cuando yo me haya ido. Cuando seas adolescente puede que pienses que tus amigos lo saben todo y que tu madre se equivoca. Pero ella tendrá que tomar decisiones difíciles por ti y se preocupará por ti más que cualquier amigo que tengas. Trátala bien.
Sé feliz
Tú nunca te ríes al 50%, siempre lo haces al 100%. Tu risa inunda todo tu cuerpo y es muy contagiosa. Espero que no lo pierdas nunca. No tiene ningún sentido decirte que no te pongas triste cuando me vaya. Sé que lo estarás, princesa. Y desearía poder estar allí, abrazarte hasta que volvieras a sonreír de nuevo. ¿Te acuerdas del osito que te compré? Dijiste que lo mantendrías a salvo y que lo abrazarías cuando me echaras de menos. Esa es una gran idea. Te puedes sentir triste y usarlo para superar los obstáculos que se te presenten. O simplemente puedes estar triste. Ya sabes cuál quiero que elijas.
Y por último…
Gracias por ser tú, Kelli. Gracias por hacerme el mayor cumplido de todos los tiempos llamándome papá. Tenerte como hija es el mayor honor de mi vida. Gracias por enseñarme más del amor y de la felicidad que cualquier otra persona. Disfruta tu vida. No la desperdicies. Yo te estaré esperando. Todo mi amor, para siempre, será para ti mi princesa, y para mamá.
Papi…”
Aquí puedes leer la carta completa.