En el mundo, una de cada 3 mujeres sufre algún tipo de violencia física o sexual, principalmente de personas allegadas como familiares y parejas sentimentales. Para la estudiante de arte Emma Krenzer, esta realidad ha sido chocante, ya que al haber sufrido un episodio de abuso sexual, decidió luchar y defender la libertad femenina. Para esto, Krenzer usó su mejor arma: el arte.
Después de una marcha por los derechos de la mujer, la joven artista llegó a casa inspirada para concluir un proyecto estudiantil que probablemente le ha recompensado con más de un aplauso de sus profesores. Emma hizo un mapa donde le enseña al mundo cómo se mira el cuerpo femenino después de un abuso sexual y cuales áreas se permite tocar a las personas allegadas de una chica. Su obra es inspiradora y ha conmovido el corazón de todos en las redes.
Una joven artista creó un diagrama con las marcas del abuso sexual
Emma Krenzer tiene 19 años y estudia terapia del arte en la Universidad de Nebraska Wesleyan. Para un proyecto escolar, se inspiró en su propia experiencia con el roce humano y la manera en que diversas personas llegan a tocar nuestro cuerpo y nuestra vida; Emma sobrevivió al abuso sexual y era muy importante para ella explicar el color y la textura del contacto de un cuerpo y las manos de alguien a quien se le dijo “NO”.
“Hice este proyecto, en gran parte, de manera personal, visualizando el impacto a largo plazo que se puede tener como individuo cuando alguien te toca; estoy representando el contacto o roce por parte de diferentes personas en mi vida”.
Krenzer terminó su proyecto la noche que regresó de la marcha de la mujer en Washington, DC. Cuando subió su trabajo a Twitter, la red social respondió de manera abrumadora. La empatía de los seguidores era demasiado grande, así que pronto se volvió viral.
En la obra puedes identificar de manera clara la forma en que las personas más allegadas a su vida han tocado a Emma, así como a la de cientos de mujeres víctimas de abuso: púrpura, azul, verde, amarillo, naranja y rojo son los colores que representan el roce de las manos de su mamá, papá, hermanos, amigos, novios y una persona a quién le dijo NO.
“Cuando marcaba, a manera de mapa, esos roces en la imagen, pensé en que era real en mi vida y también en que podría ser algo con lo que otras personas se pudieran identificar en general”.
La popularidad de su obra la conmovió
Seguidores de la plataforma social compartieron todos sus sentimientos hacia el proyecto, hasta que el intercambio de comentarios y experiencias se volvió un momento muy emocional, en especial para los usuarios que también fueron víctimas de violación y abuso sexual.
“Algunas personas se acercaron a mi con lágrimas después de conocer la obra; otros me agradecieron repetidamente por haber creado algo así. Realmente no tengo las palabras para describir cómo eso me hace sentir”.
“Creo que la apertura y vulnerabilidad del proyecto le permite a la gente sentirse igual de honestos y vulnerables; la popularidad que ha ganado la pieza realmente me rompe el corazón, al igual que me inspira y conmueve”.
Krenzer planea una serie de obras más extensas inspiradas en la primera
“Fue increíble trabajar con el cuerpo humano en tamaño real y expresar un mensaje tan importante”.