Izabel Rodríguez, de 66 años, es una madre de familia amorosa, fuerte y tenaz, quien a pesar de tener síndrome de Down, logró criar a su única hija sin ayuda de otros.
Izabel no ha tenido una vida fácil, pero se ha encargado de que su hija sí y ahora que ella se gradúa de la universidad no podría estar más contenta, pues les demostró a todos los que alguna vez la juzgaron que es tan capaz como cualquier otra persona de salir adelante, formar una familia y cuidar de otros con todo su corazón.
Izabel tuvo una infancia dura. Era la menor de 19 hermanos, sus padres la retiraron del colegio porque no aprendía al mismo ritmo que otros niños, sus amigos se burlaban de ella y su familia solía darle la espalda.
Cuando cumplió 25 años, Izabel conoció a José Ribeiro. Se enamoraron y comenzaron una relación que los llevó al altar. Durante años intentaron ser padres pero no lograban su objetivo, por lo que acudieron a un médico. Izabel fue diagnosticada por primera vez con síndrome de Down. A pesar de las posibilidades, la pareja logró embarazarse, trayendo a su vida a Cristinna María Da Silva.
Izabel fue rechazada y subestimada por su familia durante su embarazo, pues le dijeron que no era capaz de criar a una niña, que incluso esta se avergonzaría de ella. Cansada de los insultos, Izabel tomó a su pequeña en brazos y se alejó de todos aquellos que destruían su corazón y se entregó en cuerpo y alma a su hija, quien ahora se gradúa con honores de la licenciatura en Administración.
Por su parte, Cristinna está agradecida por el esfuerzo que su madre hizo por ella, su valentía y ser su mayor fuente de inspiración.
Mi padre pasaba el día trabajando, así que éramos mi mamá y yo. Cuando quiere algo es muy decidida y siempre quiso demostrar que podía cuidar de mí. Tenía mucha habilidad para criarme y estoy profundamente agradecida por ella. Sin ella, no sería lo que soy ahora.