En 1943, el francés Antoine de Saint-Exupéry creó una de las más grandes obras literarias que tiene el mundo: El Principito. Esta obra va más allá del tiempo y la edad gracias a que puede darnos una lección sin importar si somos chicos o grandes.
No hay nada mejor que recurrir a las metáforas de un niño pequeño para recordar los valores y situaciones que realmente importan en la vida. Estas son 10 grandes lecciones que nos regala El Principito.
1. La apariencia no es importante
Vivimos en una sociedad en donde los estereotipos dominan sobre el aspecto de cualquier persona. Saint-Exupéry nos muestra que debemos mirar más allá de las apariencias, nos anima a deshacernos de los prejuicios para poder aceptarnos y aceptar a las personas a nuestro alrededor.
2. No es necesario exigir a los demás
La mayor parte del tiempo mantenemos expectativas muy altas en nosotros mismos, así es como terminamos exigiendo a los demás que piensen y se comporten de la misma forma. Presionamos a quienes más amamos, imponiendo nuestras reglas. Sin embargo, tenemos que ser razonables y dejar de presionar a los otros. El amor tiene que ser recíproco y jamás debe representar una deuda para quien lo recibe.
3. Aprende a conocer tu errores
Muchas veces juzgamos a las demás personas porque no queremos aceptar lo que realmente nos asusta de nosotros mismos. Por eso tenemos que conocernos y reconocer nuestros errores para poder ser más tolerantes con el resto de las personas.
4. ¡Vive!
Cuando nos convertimos en adultos nos volvemos personas “maduras”; sin embargo, tenemos que recordar que aún mantenemos un niño dentro que de vez en cuando necesita salir a divertirse. Es momento de que vivas y disfrutes sin presiones.
5. Aprende a valorar
Siempre estamos buscando el éxito y olvidamos lo realmente importante, como la felicidad. Esta podría ser más fácil de alcanzar debido a que está en apreciar los pequeños momentos que la vida nos ofrece.
6. La vida tiene que vivirse
Cuando nos hacemos mayores nos olvidamos del verdadero significado de la vida, comenzamos a tomarla como una cifra y perdemos el valor de las experiencias debido a que son costosas. Por eso debemos de olvidarnos de lo monetario por un segundo para comenzar a vivir sin restricciones.
7. Valora a tus amistades
Las personas no se toman el tiempo de encontrar a los amigos, aun cuando saben que el mayor apoyo se encuentra en ellos.
8. Amar y querer no es igual
A menudo queremos, incluso sabiendo que es un sinónimo de pertenencia. Por otro lado, amar es desear la felicidad de la otra persona, aunque los caminos de ambos sean muy diferentes.
9. Disfruta tus pequeños logros
Siempre buscamos acumular riquezas y éxitos. Debido a esto, nos impedimos disfrutar de los logros que alcanzamos y perdemos la posibilidad de vivir el presente, aun sabiendo que es lo único que poseemos.
10. Todo lo que hagamos trae una consecuencia
Todas nuestras acciones tendrán una consecuencia, no importa si es de forma inmediata o tardía, al final todo lo bueno o malo tiene repercusiones.