Cuando alguien tiene el deseo de estudiar y superarse, no importa el clima y no hay obstáculo que se interponga. Este pensamiento lo tiene muy claro Ángelo Barreda, un niño de 12 años que utiliza la calle San Martín -en Córdova, Argentina- para leer, realizar sus tareas escolares y prepararse para sus exámenes pese al frío, la lluvia o el intenso calor de la intemperie.
Ángelo es hijo de Analía y Rafael, quienes pasan 12 horas diarias vendiendo medias y ropa interior para llevar alimento a su hogar y brindarle a su hijo la posibilidad de prepararse para que, en un futuro, se convierta en abogado. Cuando el menor sale de su escuela, la Técnica IPEC 57, se dirige hacia donde trabajan sus padres como vendedores ambulantes, se sienta en un macetero, improvisa un escritorio y realiza sus deberes.
La madre de Ángelo cuenta que en una ocasión la temperatura bajó hasta los 4° C, pero su hijo no huyó y se quedó junto a ella y su esposo, repasando sus lecciones de inglés:
Mandé a Ángelo a estudiar en un bar de un amigo cercano porque el frío era tremendo, pero él quería estar cerca de nosotros, vernos y charlar, entonces lo dejé no muy convencida. Él muchas veces estudia en la calle, dice que es mejor que hacerlo de noche, cuando ya está muy cansado.
El chico platicó que ese día rindió frutos, ya que sacó una excelente calificación en su prueba de inglés:
En la prueba escrita de inglés me equivoqué en una cosa… pero saqué un 9.5. Me preguntaron el nombre de las nacionalidades, los meses, los días y las estaciones. Valió la pena el esfuerzo… y un poco de frío hacía.
La historia de Ángelo se dio a conocer gracias a Eugenia López; la mujer salió de su trabajo y se topó con el niño, a quien le tomó una fotografía y la compartió en redes sociales:
Mientras caminaba apurada por la peatonal, no pude evitar sacarle una foto a este nene… Yo la saqué para mostrársela a mis hijitas, porque ellas gracias Dios y a nuestro esfuerzo tienen la bendición de poder hacer sus tareas cómodas, calentitas y adentro de mi casa. Me fui pensando que siempre, siempre, siempre querer es poder.
Rafael, padre de Ángelo, expresó que su hijo es un gran ejemplo para su familia:
Mi hijo nos ayuda, hace de todo, pero yo le insisto para que estudie, para que tenga la mayor cantidad de conocimientos, porque yo soy un analfabeta que no sabe leer ni escribir, y tengo que vender medias en la calle para llevar comida a mi casa.
Otro caso de un niño que fue detectado estudiando en la calle es el de Víctor Martín, peruano de 12 años. El menor fue descubierto bajo un poste, ya que en su casa no tenían luz y estudiar con una vela lo hacía sentir incómodo, por eso salía al caer la noche para ponerse en el farol iluminado.
Víctor quiere ser policía por una razón, algo que resulta conmovedor:
Yo de grande quiero ser policía para poder atrapar a todos los corruptos. Quiero salir adelante, a que tenga yo luz para no salir a la calle. Quiero sacar adelante a mi familia.