Mahiri estaba embarazada de un niño y los doctores le habían recomendado que abortara debido a complicaciones. Sólo le dieron 5 minutos para que tomara una decisión acerca de quien llamaban un “feto no viable”. Con 20 semanas de embarazo, Mahiri les dijo a los médicos que ella no haría lo que sugerían y fue dada de alta.
Cuando le dijimos al médico que no iríamos a la sala de operaciones, miró su reloj y después a nosotros con desaprobación, como si estuviera perdiendo el tiempo.
Ella nunca perdió la esperanza
Su fuente se rompió inesperadamente en la semana 25 y después de un parto duro, dio a luz a un pequeño bebé que tan solo pesaba 624 gramos.
El parto se realizó en una sala especial, debido a la fragilidad del niño
Se necesitaron muchos aparatos tecnológicos para atender al pequeño y a la madre.
Jett Morris nació con complicaciones en los pulmones y el corazón
Para los padres fue muy duro que les dijeran que tenían que abortar a su bebé, y esa nunca fue una opción si es que existía la mínima posibilidad de que su pequeño pudiera vivir. Afortunadamente, el pequeño logró estabilizarse y fue dado de alta tres semanas después de nacer.
Entiendo que los médicos tienen que darte el peor de los diagnósticos y tienen que ser duros, pero no hay dos personas en este planeta que sean exactamente iguales, y ellos no le dieron ninguna oportunidad a Jett.
Gracias a esta decisión, Jett ahora tiene un año y goza de excelente salud
La familia está muy feliz por haber logrado vencer todos los obstáculos y esperan que siga creciendo como el niño hermoso, saludable y feliz que es.