Imagina que eres bombero y que un día cualquiera recibes una llamada para atender de emergencia a una mujer que está en labor de parto… ¿Ya? Bueno, sales de la estación y llegas al lugar en donde está la mujer; te das cuenta que no hay tiempo para ir al hospital más cercano, así que ahí mismo tienes que atender el nacimiento.
Eso es lo que le pasó a Marc Hadden, un bombero de Carolina del Sur, Estados Unidos, quien después de muchos años de combatir el fuego, ayudó a nacer a una hermosa niña. Pero ese no es el fin de la historia…
Un día después de su nacimiento, su madre biológica, por no poder mantenerla, la puso en adopción. Marc se enteró y rápidamente conversó con su esposa Beth y sus dos hijos y tomaron la decisión, una que habían considerado tiempo atrás.
Después de todo, querían una familia más grande, pero Beth ya no podía embarazarse por el peligro que implicaba, así que realmente no hubo mucho que platicar.
La hermosa niña que Marc ayudó a traer al mundo llegó a la casa de los Hadden a casi 3 días de haber nacido, y recibió el nombre de Grace, quien ahora tiene 5 años y es la princesa de papá.
Grace sabe la historia de su vida y dice con orgullo que su papá fue quien la ayudó a nacer en la parte trasera de una ambulancia. Lo mejor de todo es que es una familia en la que todos se quieren y disfrutan de cada momento juntos.
Y no solo las buenas noticias han sido para la pequeña; un contratista local les regaló la adecuación de su casa (incluyendo materiales y mano de obra) para que Grace tuviera su propia habitación. Así, las bendiciones llegan de forma inesperada para aquellas personas que obran con bien.