Jono Lancaster tiene 30 años de edad, es originario del Reino Unido, y durante toda su vida ha sufrido de un extraño síndrome llamado Treacher Collins. Este síndrome es una condición que afecta el desarrollo de los tejidos de los huesos y la cara; hasta el momento se ha demostrado que solo afecta a 1 de cada 50 mil personas en el mundo.
A Jono le tomó dos décadas poder comenzar a amar su rostro, que ahora dice, no cambiaría por nada del mundo. Así que decidió tomar la misión de inspirar a otras personas que sufren de la misma condición.
Para Lancaster nunca es demasiado tarde para hacer nuevos amigos
Recientemente realizó una visita para conocer al más pequeño de sus admiradores, un niño de tan sólo 2 años que nació con el síndrome de Treacher Collins, llamado Zackary Walton. Lancaster viajó desde Londres hasta Australia gracias a que la madre de Zackary lo contactó con la esperanza de conocer más sobre esta condición.
“Me hubiera encantado haber conocido a alguien como yo cuando era más joven. Alguien que hubiera tenido un empleo y una pareja que me dijera: ‘estas son las cosas que puedes hacer y que puedes lograr”.
Después de reunirse por primera vez con Zackary, Jono publicó una fotografía en su cuenta de Facebook que decía:
“Hoy y durante algunos días tendré la oportunidad de pasar un lindo rato con este increíble pequeño y su hermosa familia”.
Lancaster es uno de las personas más reconocidas con esta extraña condición
“Crecí con la enfermedad de Treacher Collins. Me sentía solo, como si no existiera más gente en el mundo que fuera igual que yo”.
Él cuenta con una organización benéfica para niños
Además de trabajar como modelo a tiempo parcial, Lancaster siempre trata de ayudar a los niños necesitados. Es el director de una organización llamada ‘Life for a Kids’, que proporciona fondos para ayudar a los niños a tener una vida mejor.
Ha protagonizado varios documentales acerca de su aspecto físico. Actualmente tiene una gira en la que da a conocer su enfermedad entre las personas, para que puedan eliminar todos los prejuicios y que puedan tener sobre las personas que son igual a él.
Lancaster es una luz de esperanza para los que lo necesitan
Gracias a las labores sociales y a la fundación que dirige, Lancaster ha logrado recaudar el dinero necesario para las operaciones y tratamientos que niños como Zacary necesitan. Incluso han hecho donaciones anónimas de más de 10 mil dólares.
Sin duda Lancaster ha logrado una de las más nobles labores inspirando a miles de personas a eliminar los prejuicios que tenemos de otros debido a una enfermedad que desconocemos.