Los perros callejeros son habitantes comunes en el famoso barrio Skid Row, en el centro de los Ángeles. En las calles se ven escenas que involucran el tráfico de drogas y prostitución, así como cientos de personas sin hogar vagando en busca de un refugio.
John Hwang es un fotógrafo de Los Ángeles que se ha dedicado a documentar la vida en ese barrio angelino, y que por fortuna, durante sus múltiples reportajes tuvo la oportunidad de conocer a Walter Sanders y su mejor amigo Dinker. Su historia cuenta el significado verdadero de dos seres que se encuentran.
El destino les tenía una sorpresa preparada
En ese mundo de desolación, lagrimas e incertidumbre, dos almas se cruzaron para ser compañeros de aventuras. Esta es la historia de Dinker, un pequeño perro que vagaba por el barrio de Skid Row, en Los Ángeles, cuando repentinamente encontró a un hombre llamado Walter Sanders, que se encontraba en la misma situación. Hwang documentó esta hermosa historia a través de una serie de relatos que aparecieron en la revista The Dodo.
“Él (Sanders) estaba delirando y hablando de lo mucho que ama al perro y lo especial que es. Me di cuenta de lo mucho que realmente se preocupa por Dinker”.
De pronto sus destinos se encontraron
Hace un año, Sanders recibió la aprobación para habitar una vivienda de protección oficial en el barrio bajo. De pronto se encontró en un habitación pequeña con un baño compartido, y automáticamente se convirtió en un paraíso. La única cosa que le faltaba para que todo fuera perfecto era un compañero.
Salió de nuevo a las calles para adoptar a un perro callejero. Fue entonces cuando repentinamente apareció Dinker y supo que había encontrado al compañero perfecto.
Un nuevo hogar para ambos
Sanders tomó a Dinker, le mostró su nuevo hogar y le dio todo el amor que necesitaba. Lamentablemente el amor no es suficiente para mantenerlo feliz y saludable. Dinker necesitaba atención y Sanders no era económicamente estable como para darle los cuidados necesarios.
Afortunadamente en el centro de rescate para perros lo ayudaron. Ahí se ofrecen servicios médicos y suministros gratuitos para familias de bajos ingresos. Luego de asegurarse de que el hombre era una persona apta para cuidar a Dinker, le dieron todo el apoyo.
La vida en solitario por fin terminó
Hace mucho tiempo, mientras vagaban por las calles, la vida de Sanders y Dinker estaba llena de soledad. Ahora se tienen el uno al otro, demostrando que un perro realmente es el mejor amigo del hombre.