Vivimos en una de las eras más asombrosas, con avances científicos y tecnológicos que han rebasado cualquier expectativa previa, y en la que las personas tienen una conexión como nunca antes. Sin embargo, la humanidad parece no caminar al mismo paso. A pesar de todos los aspectos positivos, varios sectores conservadores en todas las sociedades parecen no haber entendido que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos.
Después del trágico acontecimiento en Orlando y muchos más que se han presentado a lo largo de los años alrededor del mundo, debería quedar más que claro que como individuos libres podemos manifestar nuestros gustos y preferencias abiertamente; elegir con quién vivir y a quién amar sin preocuparnos de ser juzgados o amenazados. Amar es la virtud suprema del ser humano y estas imágenes tienen la finalidad de hacernos recordar que siempre, en cualquier circunstancia, el amor conquista todo.