Nuestras acciones son las que nos definen como persona, pues aquello que hacemos por los demás dice mucho de lo que tenemos en nuestro corazón. Por ello, si está en nuestras posibilidades, no debemos dudar en ayudar a quien lo necesite.
Como lo ha hecho Dina Jialan, un joven de 23 años, que a pesar de sus escasos ingresos económicos ayudó a un abuelito que, a su vez, lo cuidó a él y a su hermana cuando eran niños. Esta noble acción conmovió a miles de corazones en todo el mundo.
Un hombre rodeado de personas buenas
Ye Shuwan es un abuelito que vive en Malasia y, lamentablemente, está solo en la vida; nunca se casó, no tuvo hijos y sus dos hermanos murieron hace años.
Ye vivía en una modesta casita de madera hasta que fue demolida, por ello Dina lo llevó a su casa a vivir con él y su abuela de 71 años, de esta forma, cuando él saliera a trabajar, los dos ancianitos se harían compañía y podrían evitar la soledad.
La vida es mejor cuando se comparte
Dina trabaja en la construcción y gana alrededor de 13 dólares al día, mientras que su abuela recibe una pensión del gobierno de solo 84 dólares mensuales. Entre ambos deben cubrir los gastos de renta, servicios, alimentos y, en ocasiones, medicamentos. Aun así el joven de gran corazón no dudó en ayudar a Shuwan.
Esta fue una linda manera de agradecerle haberlo cuidado, enseñado y atendido en su infancia; ahora le correspondía a él regresar un poco de todo ese cariño que anteriormente había recibido.
Dina cuida de ambos y lo ve como un privilegio
Para Jialan el cuidar de su abuela y Ye no es ninguna molestia, porque a pesar de poseer poco, cree que lo más importante es que ambos viejitos vivan tranquilos y se sientan amados.
Su abuela tiene asma y Shuwan no puede caminar grandes distancias, pero están bien, y mientras tengan un techo, comida y cariño, ellos se sienten la familia más afortunada del mundo.