Recibimos el 2018 con una buena noticia en materia de equidad: Islandia es el primer país en el mundo en legalizar la remuneración igualitaria. El gobierno implementó una nueva ley que castiga la diferencia de sueldo entre hombres y mujeres; ahora se les exigirá a las empresas y entidades gubernamentales la paridad salarial o tendrán que sufrir las consecuencias, es decir, se les amonestará.
Durante el trascurrir de la historia, la condición de la mujer ha sido desfavorable. En el pasado las chicas solo tenían permitido realizar tareas hogareñas correspondientes a su género. Pasaron muchos años para que se les concediera el voto femenino y el derecho a trabajar como cualquier varón. Aun así, la discriminación sigue estando presente en pleno siglo XXI, pues es bien conocido que los sueldos de los hombres son más altos que los de las mujeres que realizan los mismos trabajos. Pero esto ha comenzado a cambiar.
Hace más de medio siglo Islandia lucha por cerrar la brecha
Durante mucho tiempo las mujeres en Islandia ganaban 20 por ciento menos que los varones. De acuerdo con la Asociación Islandesa por los Derechos de la Mujer, se pretendía acabar con la desigualdad de salarios desde 1961.
En ese momento, el Parlamento islandés tenía la esperanza de que se alcanzaría la igualdad de remuneración completa en solo seis años, en 1967. Quizás es una esperanza un poco ingenua, pero ¿qué podíamos esperar de un cuerpo legislativo que en ese momento tenía solo dos mujeres miembros?
Pero finalmente la nueva ley entró en vigor
La reforma laboral fue votada en marzo del 2017 y entró en vigor el primero de enero del 2018. Con esta nueva ley se busca erradicar por completo la brecha salarial para el 2022. La nueva ley obliga a las empresas con un mínimo de 25 empleados a obtener un certificado oficial para que obedezcan la reforma de igualdad salarial.
Los dueños están obligados a pagar equitativamente
Dagny Osk Aradottir Pind, integrante de la Asociación de Derechos de las Mujeres de Islandia, declaró:
Nuestras leyes durante décadas han procurado una igualdad salarial para hombres y mujeres, pero todavía existe un vacío en las percepciones monetarias. Esta nueva legislación evalúa los salarios conforme a los puestos de trabajo para obligar a los dueños a pagar de manera equitativa a hombres y mujeres.
Esto fue gracias a la primera ministra Katrín Jakobsdóttir
Islandia es uno de los pocos países con una mujer al frente de su parlamento, el cual tiene un 38 por ciento de mujeres. Desde noviembre de 2017, Katrín se convirtió en la primera ministra; siempre ha sido conocida por su discurso feminista, por buscar disminuir el cambio climático, y ha propuesto aumentar el gasto público en salud y educación.
Es un gran paso en materia de igualdad en el mundo
Las mujeres han exigido este momento durante décadas, y realmente siento que logramos un paso importante al crear conciencia, debido a que la ciudadanía entendió que las anteriores leyes no estaban funcionando.
Islandia, a la cabeza del ránking de igualdad de género
El Foro Económico Mundial publicó un informe en el que declara a Islandia el número uno en materia de equidad. Esta posición la alcanzaron por una acción colectiva y la solidaridad de las defensoras de los derechos humanos, la voluntad política y herramientas como la legislación.
El éxito se puede atribuir a que las mujeres asumen el poder y crean alternativas a las “verdades” dominantes masculinas y hacen visibles las realidades invisibles de las mujeres, sobre todo las prácticas discriminatorias, incluido el acoso y el abuso sexuales.
Más hombres se unen a la causa
El progreso de Islandia se puede atribuir a que las mujeres y los hombres comparten el poder entre ellos como responsables de la toma de decisiones, cada vez más hombres apoyan la igualdad de género.
¡Bravo, Islandia! Esperamos que en un futuro nuestros países aprueben leyes así.