A pesar de que la vida diaria es muy dura, hay personas que se las ingenian para salir adelante, como Sammy Mina, un joven de 25 años originario de Kenia que se está esforzando todos los días para asistir a la universidad y formarse como un profesional.
Luego de recibir su título de bachillerato de tecnología en Química Industrial Aplicada, su sueño era continuar estudiando. Así que todos los días salía a entregar diferentes tipos de productos en un carrito que le regaló su padre para costearse su educación y ayudar a su familia.
Sammy tiene 25 años y es el sexto de nueve hermanos. Además, es el único de su familia que logró estudiar más allá de la primaria. Él siempre tuvo buenas notas pero una vez que concluyó con el bachillerato, las posibilidades de seguir estudiando fueron nulas, pues su familia no tenía el dinero suficiente para apoyarlo.
Afortunadamente, una fundación benéfica local conoció su caso y se ofreció a darle una beca, pero los estudios no eran todo, también necesitaba ayudar a su familia a pagar los gastos y la comida, así que para eso se dedicó a vender botellas de agua casa por casa.
Durante una entrevista con el medio local Tuko, Sammy dijo que su padre le regaló un pequeño carrito para que pudiera hacer todo tipo de traslados.
Solía levantarme muy temprano y vender agua antes de que comenzaran las clases, luego volvía a casa, me cambiaba e iba a las clases. En las noches iba a casa, me cambiaba y preparaba Chepatis, acarreaba cosas para la gente de los mercados o paleaba para los dueños de los restaurantes.
Con estos pequeños trabajos logró ganar el dinero suficiente y así pagar la universidad y comprar más carritos para alquilar a otras personas y ayudarlas a trabajar.
Ya recibió su título universitario, pero todavía continúa trabajando cortando vegetales y repartiéndolos por toda la ciudad. Su pequeño negocio sigue creciendo y por el ya pudo construirle una pequeña casita a su madre y sus hermanos.
Los que son mayores que yo no tienen ningún tipo de educación, algunos ni siquiera saben escribir su nombre. Mi madre me ve como su única esperanza debido a la lucha que ha llevado para verme terminar la escuela.
Su historia logró traspasar barreras, pues llegó a oídos de los fundadores de Bonfire Adventures and Events, una de las operadoras de turismo más grandes en Kenia, quienes le ofrecieron un empleo para que finalmente comience con un trabajo profesional.