Hay estudios que sostienen que el enamoramiento dura tres años, pero esta pareja son un ejemplo excelente de que el amor puede durar para toda la vida, basta con alimentar cada día ese amor y cariño a través de caricias, detalles y palabras sinceras.
El amor de Wanda y Joe lleva 65 años, y su historia de amor es como cualquier otra: de días fáciles, días difíciles, de subidas y bajadas, pero es una historia llena de amor y el testimonio vivo de que el amor dura para siempre cuando se alimenta.
Un día que parecía común, Joe vió a Wanda caminando por la calle, le gustó, así que dijo ¿por qué no invitarla a salir? Así se enamoraron, como en las películas: a primera vista.
Desde ese momento cupido los flechó directo al corazón. Se comprometieron un 8 de diciembre de 1950 y se casaron dos años después.
Le gustó y la flechó para siempre, y él la flecho a ella también; tras 65 años de feliz matrimonio su nieta Shalyn Nelson decidió festejarlos haciéndoles su propia sesión fotográfica y estas son algunas imágenes de esa sesión.
Nelson quería celebrar el amor verdadero, ese que ella había visto con sus abuelos desde que era pequeña. Y sus abuelos, tan enamorados como aquel día, estuvieron encantados de cooperar para desarrollar esta sesión.
“Fue tan lindo ver lo entusiasmada que estaba por arreglarse. Fui a Macy’s para tratar de encontrarle un vestido a mi abue, y terminé rellenando la parte superior con el abrigo que yo llevaba puesto en ese momento para asegurarme de que había suficiente espacio en el vestido para ella”.
El resultado fue emotivo, tierno y Nelson cumplió cabalmente con su objetivo: demostrar que el verdadero amor dura para siempre
La sesión formó parte de un proyecto que Nelson tituló “Amor, los Nelson” con el cual pretendía celebrar el amor a la antigua, de esos que vemos en las películas y a veces nos cuesta creer que sea real. Ahora Nelson está lista para demostrarle a los amantes de todo el mundo lo que es el amor verdadero.
“Son grandes personas, quizá las mejores que conozco, son mis héroes”
Nelson está segura que al final de esta vida lo que realmente importa es el amor y cuando es del bueno, triunfa.
Para despertar un poco más la emotividad, Nelson pidió a sus abuelos que escribieran un par de cartas de amor. Las leyeron en voz alta y fueron grandiosas, dignas de un amor como el de ellos.
Joe comenzó su carta diciendo:
“Querida Wanda, ha pasado mucho tiempo desde que te escribí una carta, pero te sigo amando o igual, o probablemente más, este amor no lo cambiaría ni por todo el oro que hay en Alaska”.
Él se encontraba en Canadá cuando le escribió aquella primera carta.
Lo mejor es que esta pareja se sigue amando como aquel día en que él la miró pasar y supo que era la mujer con la que quería estar para siempre.
“Los años han pasado muy rápido, un día te despiertas y te das cuenta que te has vuelto viejo. Pero tenemos tres maravillosos hijos y nos hemos divertido mucho viéndolos crecer”.
Casarse fue realmente barato, y para un hombre enamorado como era Joe fue realmente la mejor oferta que pudo tener.
Así lucían entonces, con una enorme sonrisa.
La de Joe y Wanda es una de esas historias que te hacen creer en el amor.