El padre de Laura, Omar, murió cuando ella tenía siete años, y aunque el amor ha permanecido a través del tiempo y del espacio, poco a poco olvidó su voz hasta que un día fue incapaz de evocarla en su memoria.
Así que Fabián Pérez Salas, su esposo, recurrió a la ayuda de su suegra para traerlo de vuelta y escribirle una carta de cumpleaños capaz de tocarle el corazón y hacerla recordar.
El regalo más especial
Para su cumpleaños trató de conseguir alguna grabación con su voz, pero como no había ni una pensó en otra manera de traerlo de vuelta. Se le ocurrió que una carta podría plasmar todo lo que el padre de Laura sentía por ella; el problema era lograr que fuera la esencia de su ser la que le hablara al corazón de ella.
Así que recordó el dicho de que las personas no mueren siempre y cuando sus seres queridos los mantengan en su memoria, y esto le dio una idea. Contactó a los familiares más cercanos del señor Omar para que a través de sus recuerdos lo ayudaran a escribir una carta pensando en lo que él le hubiera dicho a su hija si siguiera en este mundo.
El resultado fueron cuatro páginas de amor y recuerdos, y una experiencia colmada de nostalgia y mucha alegría, gracias a la cual Laura fue capaz de escuchar la voz de su padre.
Un regalo desde el cielo
Querida y amada hija, donde estoy no existe tiempo, no hay dolor, ni llanto, todo es paz y amor. Intentaré escribirte esta carta a través de los seres que me amaron.
Hoy es un día especial y me presento en estas palabras para desearte un feliz cumpleaños, recuerdo este día hace años, fui el hombre más feliz porque había nacido mi hermosa hija, ser papá es el mejor regalo de la vida. Verte crecer fue lo más hermoso, darte tetero, cambiarte pañales, oírte decir ‘papá’, dar tus primeros pasos, enseñarte a montar bicicleta, enseñarte a nadar, a patinar, llevarte al colegio en mi moto, enseñarte a pintar, tantas cosas. Ahora que eres madre lo sabes, no hay palabras para describir ese sentimiento, dale a tu hijo lo más preciado: tiempo y amor. Que nunca falte el compromiso a la verdad, amor a la humanidad, a la naturaleza, al arte, al deporte.
Hoy, en tu día, te regalo la alegría, el calor, la sonrisa, un bello amanecer, el verde de la naturaleza, los árboles, la luz del sol, el paisaje del mar, tantas cosas hermosas que solo con los ojos espirituales vemos. Desde la distancia te regalo los días más felices.
Recuerda, hija, la felicidad está dentro de ti. Por cada adversidad sé valiente, la vida es bella y hay que vivirla en paz, la solución de cada circunstancia adversa siempre está a la vista. Ten siempre fe y esperanza, esfuérzate por ser correcta y segura con lo que emprendas. Me siento orgulloso de ti.
Recuérdame siempre con alegría. Todos tenemos un tiempo y un espacio en este mundo terrenal. Sé feliz, cultiva siempre lo espiritual. El humor y el respeto son dos grandes virtudes que harán de ti una mujer sabia.
Mi bendición desde el cielo. Te amé, te amo y te amaré por siempre.