¿Cómo te imaginas llegar a la cita romántica más importante que tendrás en la vida, tu boda? ¿Tal vez en una limusina, un carruaje tipo princesa, un auto antiguo o una calesa? ¿Y qué tal… ¡una carretilla de llantas viejas hecha a mano y tirada por tu prometido!?
Así lo hizo Miriam Christina, una novia keniana que fue llevada por su pareja, Soko Sam, en un sencillo cochecito que él construyó y condujo por las calles de Nairobi hasta llegar al jardín en donde intercambiaron votos. Por este original detalle, además de la ceremonia alegre y lejana a la típica boda que “echa la casa por la ventana”, la memorable ocasión se volvió viral.
Una decoración original
El novio realiza cine y documentales de manera independiente, por lo que tuvo la idea de incluir en la decoración del jardín, mamparas pintadas a mano.
Blanco y amarillo, marco perfecto para la alegría
Las sillas con forros blancos contrastaron con los arreglos florales en que resaltaba amarillo, repartidos a lo largo del pasillo a través del cual la pareja llegó al pequeño altar: una mesa redonda con un mantel sostenido por un lazo. Los vestidos de las damas de honor -todos diferentes- y el ramo de la novia, combinaban con la toda la decoración que incluía lámparas de papel y floreros de botellas recicladas.
Invitados de lujo en una fiesta alegre y sencilla
En la ceremonia oficiada por el pastor Frank Ondere estuvieron presentes algunos amigos famosos del novio: el expresidente de la Corte Suprema de Kenia, Willy Mutunga, y el fotoperiodista Boniface Mwangi, autor de las fotos que dieron la vuelta al mundo como testigos de que una boda sencilla y sin gastos extremos puede derrochar alegría como la que compartieron Miriam y Soko.