Al pensar en la adopción, la primera imagen que viene a nuestra mente es la de una pareja felizmente casada que busca comenzar o ampliar su familia. Sin embargo, cada vez son más los hombres y mujeres que prefieren convertirse en padres en la soltería, y la adopción es una gran opción para ellos.
Aunque no contar con el apoyo de un pareja puede representar un gran reto, hay quienes nos demuestran que su enorme capacidad de amar no se limita en adoptar solo una vez.
Después de un viaje para servir en un orfanato en Ecuador, cuando tenía 15 años, Beth Blyde, de Indiana, Estados Unidos, supo que era algo que quería hacer por el resto de su vida.
Después de terminar la universidad, quería trabajar en un orfanato en el extranjero.
A sus 23 años, Beth estaba decidida a adoptar y aunque todos pensaron que era una locura convertirse en madre soltera a tan corta edad, nada le impidió escuchar a la voz de su corazón. Un año después, la determinada Beth acogió en su casa a las pequeñas hermanas Sadie y Ava, de dos y cuatro años, respectivamente.
Sin embargo, el cambio en la vida de Beth fue tan radical que a pesar de su convicción, por más que se empeñaba en hacer el papel de madre, llegó a sentirse derrotada. Incluso más de una vez pensó en rendirse y llegó a considerar que era mejor llevar a las niñas de vuelta al orfanato.
Pero Beth no se rindió, al contrario, a pesar del gran reto que representó para ella estrenarse como mamá, sin conocimientos y sin el apoyo de una pareja, diez meses después de la doble adopción abrió de nuevo sus brazos y aceptó a una bebé recién nacida, Nora, de un mes, quien pasó a ser la nueva integrante de la familia.
En 2017, Beth decidió legalizar la adopción de las tres niñas y con ello vino la determinación de cerrar la puerta de su casa por un tiempo para poder fortalecer el vínculo con sus hijas.
Sin embargo, en julio de 2018 le abrió su corazón a una cuarta niña, una bebé prematura llamada Mia, que la esperaba en la incubadora. Cuatro meses después, la madre biológica de su tercera hija tuvo otra bebé, Lucy, y le pidió a Beth hacerse cargo de ella, pues estaba segura de que nadie podría amarla como ella lo haría.
Así que era madre soltera de cinco y la gente me decía constantemente que nunca encontraría esposo debido a las niñas.
Aunque Beth intentó buscar pareja a través de las apps de citas, perdió las esperanzas cuando ninguna funcionó. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, la vida le tenía una sorpresa. En 2020 conoció a Marc, su ahora esposo, quien la entrevistó para un podcast acerca del orfanato.
El flechazo fue mutuo, pues tenían tantas cosas en común que no tardaron en darse cuenta de que eran el uno para el otro. Más tarde ese año, Beth y Marc se mudaron juntos y decidieron comprometerse. Marc era padre de dos hijos, producto de su relación anterior.
Nos sentimos honrados de ser parte de la vida de los demás. Una vez éramos extraños al azar y ahora somos una familia. Es un privilegio.
En 2021 se casaron y Marc adoptó a las cinco hijas de Beth. Ahora se convirtieron en una joven pareja con una gran familia, en una casa ruidosa y llena de amor.