Monserrat Cm es madre de dos pequeños y estaba emocionada por celebrar sus cumpleaños, así que planeó una fiesta increíble. Envió invitaciones, preparó comida deliciosa y hasta alquiló un brincolín para que los niños disfrutaran.
La familia de Nuevo León, México, esperó a todos los asistentes, pero el tiempo pasó y nadie llegó al lugar. La mujer decidió publicar la situación en sus redes sociales y después la magia sucedió: llegaron invitados sorpresa con muchos regalos.
Monserrat solo quería que el cumpleaños de sus hijos fuera especial
Gerardo y Asís, de cinco y cuatro años, estaban listos para jugar y divertirse con sus invitados. Sus padres rentaron sillas, mesas y un inflable para que todos disfrutaran de la fiesta. Además, prepararon chillidog, pero las horas pasaron y nadie llegó. Cuando los padres llamaron para saber qué pasaba, todos inventaron excusas, muchos simplemente dijeron que no irían porque “estaba muy lejos”, mientras que el resto no dijo nada, solo colgaron.
Para que la comida no se echara a perder y, especialmente, para que sus hijos no se sintieran decepcionados, Monserrat publicó en su cuenta de Facebook que la fiesta seguía y que no importaba si la conocían o no, todos los que quisieran ir serían bienvenidos.
Si no me hablan o no me conocen, no importa, si gustan venir, el brincolín estará hasta las 11:00 p.m. Tengo chillidog, frituras y pastel. No quiero que la comida se queden ni que Gera y Asís piensen que no tienen amigos, como ellos dicen.
Los usuarios de redes sociales llegaron con sorpresas
Después de un tiempo de que hizo la publicación, los usuarios de redes se unieron ¡y sí llegaron a la fiesta! Algunos lo hicieron junto a sus hijos para que jugaran con Gera y Asís. También comieron, disfrutaron y hasta llevaron regalos.
Viene llegando gente, la fiesta no está sola, les agradezco mucho el apoyo que nos dan. Las muestras de cariño para mi Gera y Asís. No creo darme abasto con la comida, pero espero que se diviertan. Gracias totales, los queremos un montón.
En ocasiones no nos damos cuenta del sacrificio que hacen algunos padres para hacer una fiesta, pues invierten tiempo y dinero para ver a sus hijos y a sus invitados felices, así que antes de no ir a un festejo, piensa muy bien cómo harás sentir a esas personas.