Mamá hace todo por nosotros, levantarse temprano, así haya pasado una mala noche, prepararnos el desayuno y llevarnos a la escuela con la mejor actitud posible, incluso con evidente cansancio. Si bien ellas están disponibles 24/7, cuando se trata de vernos felices, son las primeras en dejarlo todo para lograrlo.
Un ejemplo de esto son los típicos festivales, donde nos aplauden y se emocionan aunque nosotros vayamos por ningún lado y tengamos pies izquierdos, pero ellas están viendo a las futuras estrellas del rock. Si no nos crees, solo tienes que conocer la historia de Tabata Tavares, una madre brasileña que no resistió ver en el escenario a su hijo de cinco años muy triste porque sus compañeros de baile no estaban con él.
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Según Tabata, el pequeño Davi Lucca llevaba alrededor de un mes hablando de la presentación y se sabía todos los pasos, pero a la hora de bailar se sintió perdido. Por eso no dudó ni un segundo en ir a apoyarlo y seguir la coreografía a la par de los demás niños.
Esto animó a bailar a Davi, mientras que los espectadores se llevaron una grata sorpresa al ver la iniciativa de la madre y entre risas y aplausos animaron a las estrellas del escenario. Por su parte, Tabata no quería que ese evento quedara marcado como un mal día para su hijo y por eso no dudó en acompañarlo y apoyarlo.
Lo más importante es que el peque lo disfrutó y cuando su madre le cuestionó si no le había dado vergüenza bailar con ella, el niño le confesó que era la mejor bailarina en el escenario y que era el mejor día de su vida. ¡Ah, qué ternura!