Desde que somos niñas escuchamos sobre lo maravillosas que son las dietas: que si te ayudan a bajar de peso, a mejorar tu alimentación y hasta cuáles son buenas para la piel y el rostro… pero nunca escuchamos sobre el amor propio.
En realidad, las dietas también pueden afectarnos. Algunos expertos afirman que entre los ocho y 12 años aprendemos a querer u odiar nuestro cuerpo, y las razones son siempre porque nos topamos con juicios o comentarios que nos hacen cuestionar nuestra imagen y la forma en que el resto del mundo nos percibe, y si escuchamos acerca de nuestra mala alimentación, todo empeora.
Recientemente, María del Mar Ramón escribió un texto en el que narra cómo a los 12 años se enfrentó por primera vez contra los prejuicios de su cuerpo y a partir de su publicación apareció el hashtag #Miprimeradieta, con el que algunas usuarias compartieron sus historias y la presión que sintieron para ser delgadas.
María del Mar nos mostró una realidad desconocida
En el texto relata que si hubiera sido delgada nadie se hubiera atrevido a juzgar su decisión de comer. La mujer que menciona en el relato, sin ningún filtro ni cuidado y sin haber pedido su opinión, le dice a una menor: “usted está muy gorda para comer arequipe, niña, no debería hacerlo”.
Ahí comienza el odio de María por su cuerpo y por un dulce que tanto había amado, pero lo más grave es que comenzó a sentir cómo su autoestima se rompía en millones de pedazos, cómo sienten cada día millones de mujeres cuando son criticadas por su estilo de vida y alimentación y especialmente por qué no siguen una “dieta perfecta”.
A raíz de su texto, decenas de mujeres compartieron sus propias historias en Twitter
Lo hicieron usando el hastag #MiPrimeraDieta para que todos pudieran ver que la presión por ser delgadas comienza desde que son niñas.
Las historias muestran el daño que causan los estereotipos en las mujeres
Los núcleos cercanos de familiares y amigos son los que ejercen la mayor presión y daño.
Los profesores en la escuela también dañan el autoestima
En lugar de promover una cultura de inclusión, eligen dañar a los menores con comentarios acerca del sobrepeso y alientan a las burlas del resto de los niños.
Verse delgada tiene más peso que la salud mental y física
Muchos padres prefieren tener hijos delgados antes que emocionalmente sanos debido a que se sienten presionados por las críticas que recibirán.
Algunas dietas llevan a mujeres a sufrir enfermedades más graves
El odio que sienten por sí mismas es tan grande que muchas veces enfrentan trastornos alimenticios severos como la anorexia o la bulimia para poder alcanzar la meta de tener un cuerpo delgado y socialmente aceptado.
No solo en la infancia empieza la presión
Justo en una etapa en la que, en teoría, somos emocionalmente más fuertes la presión también aparece, ya sea porque algún familiar, amigo o hasta una pareja hacen comentarios despectivos sobre el peso, la forma del cuerpo o simplemente porque esperan destruir a una persona poco a poco. Nadie se ha preocupado de las palabras hirientes, pero es momento de detenerlas.