La lucha por hacer que disminuya el número en la báscula es algo común hoy en día, y muchas mujeres, en algún momento de su vida, han tenido dificultad para bajar de peso. Jennifer Gimenez, también pasó por este proceso; la modelo, actriz y estrella de reality show fue descubierta a los 13 años, y a partir de entonces su vida dio un giro radical.
Aunque se esforzara por ser una chica normal, el constante ajetreo entre viajes y trabajo hizo que su rutina cambiara. A los 14 su agencia le dijo que su cuerpo estaba volviéndose más curvo y comenzó a usar laxantes y todo tipo de métodos para mantenerse delgada.
Comenzó la caída
Al poco tiempo comenzó a usar cocaína para suprimir el apetito y se volvió adicta al uso de esa y otras drogas. Después de varios años, a los 29, permaneció sobria, aunque buscó consuelo en la comida y en ese momento su peso comenzó a subir.
Sin darse cuenta
En una ocasión trató de usar su vestido favorito y pensó que había encogido porque en realidad no tenía idea de cuánto había aumentado de peso. Pesaba más de 116 kilos y pasó de ser talla 4 a ser 16.
El cambio
Lo primero que hizo fue recurrir a un método de desintoxicación de 21 días, y aunque los resultados fueron notables, al poco tiempo aumentó aún más que antes. Fue entonces que decidió hacer un cambio radical y permanente.
¡A moverse!
Comenzó con ejercicios de cardio de 40 a 60 minutos cinco días a la semana y perdió 18 kilos por su cuenta. Aumentó la intensidad de entrenamiento e incluyó natación y yoga a su rutina.
Tiempo de comer sano
Para dar un paso más allá, contrató a un entrenador que le enseñó otras formas de retar a su cuerpo, y con la ayuda de un nutriólogo cambió sus hábitos alimenticios: eliminó azúcar y aceite, come cinco veces al día y en realidad no se priva de ningún alimento; sólo aprendió a elegir la opción más saludable.
La recompensa
“Este proceso me ayudó a darme cuenta de que valgo mucho más que sólo mi peso. Está bien ser yo, y soy bella tal como soy”.