Hace un par de días, México vivió una nueva tragedia cuando un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter azotó varias ciudades provocando que edificios, casas y miles de corazones se derrumbaran al mismo tiempo. El mundo entero creyó que México se había acabado, hasta que su gente solidaria, amigable y amorosa demostró lo contrario al prestar ayuda a quien más lo necesitaba, sin importar raza, color, idioma, género, edad ni condición social.
Aunque hasta el momento las cosas no han mejorado como muchas personas quisieran, México nos ha dado la prueba de que cada detalle cuenta y que todos podemos colaborar a pesar de la distancia. Miles de personas han comenzado a donar víveres y objetos prioritarios y a través de ellos plasman mensajes en latas, botellas de agua y comida en donde expresan su apoyo, cariño y fortaleza a quienes lo necesitan. Esto es una muestra de acompañamiento a todos los afectados y una forma de dar un abrazo a la distancia para reconfortar corazones.