Después de verse en la necesidad de rifar su automóvil -que representaba la vía para ganar el sustento diario- para pagar una cirugía a la que tenía que someterse, una mujer brasileña recibió la más grande sorpresa: el ganador del premio se lo devolvió para que pudiera seguir trabajando.
Hace alrededor de cuatro meses, Margarete Mormul, conductora de Uber en la ciudad de Londrina, recibió una noticia que cambió su vida: la migraña recurrente, las fallas en su visión y la sinusitis que últimamente la afectaban tenían un origen maligno: dos tumores cerebrales que había que extirpar de manera urgente.
Sin recursos económicos para cubrir el costo de la cirugía, Mormul decidió rifar su auto, la herramienta con la cual se ganaba el sustento a través del servicio de taxi privado. Tanto en redes sociales como acudiendo a programas de televisión para solicitar la ayuda de la gente, promovió los boletos del sorteo de su Voyage modelo 2009; cinco mil números a razón de 20 reales cada uno que se vendieron en dos meses.
Margarete se sometió a la cirugía en el Hospital Santa Casa, que pudo ser costeada con el producto de la venta de los boletos. Luego de la intervención, la paciente ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos en un coma que duró varios días antes de dar paso a su recuperación.
Una vez fuera de peligro, Margarete realizó el sorteo el pasado 3 de agosto, resultando agraciado Célio Pereira de Carvalho, un cerrajero retirado que había adquirido varios boletos. La sorpresa fue que cuando se grababa la entrega del premio al ganador este devolvió las llaves del auto a su dueña y le aclaró que su intención fue siempre ayudarla a superar el cáncer de cerebro que la aquejaba.
En el video que ella subiría a redes sociales para dar cuenta de la entrega del auto, Célio anunció su decisión de entregárselo de regreso para que siguiera laborando con él.
Después de su noble gesto, Pereira dijo que sabía que ella usaba el automóvil para trabajar -de hecho ella confirmó que era el único bien que poseía-, así que cuando compró los boletos del sorteo se prometió que si ganaba no se quedaría con el auto sino que lo devolvería:
Mi objetivo era ayudar y no obtener el premio.