Vivir una maternidad bajo nuestras propias creencias, reglas y amor es una de las mejores experiencias que se pueden tener. Prueba de ello es Michele Elizaga, una mujer de 40 años que invirtió los ahorros de toda su vida para tener un bebé sin la necesidad de contar con una pareja.
Su historia se volvió viral, no solo por romper las “reglas de la sociedad”, sino porque demuestra que para ser felices, lo único que necesitamos es ser firmes en nuestros sueños, sentimientos e ideales, incluso si el mundo está en contra de ellos.
Michele Elizaga, originaria de Arizona, Estados Unidos, gastó más de seis mil dólares en 2019 para conseguir un donador de esperma y así tener un bebé. Ahora, ella y su hijo Matthew, quien tiene síndrome de Down, son una familia feliz.
Por años, Michele estuvo a la espera del amor de su vida para formar una familia, pero el príncipe azul nunca llegó. Ella admite que durante mucho tiempo tuvo la idea de que necesitaba un hombre para cumplir su sueño, hasta que cumplió los 40 años y dejó ir los estereotipos, las reglas sociales y las críticas.
Así fue como decidió invertir los ahorros de toda su vida en un procedimiento para quedar embarazada y tener hijos sin la necesidad de estar junto a un hombre.
Nunca he estado casada y ha pasado mucho tiempo desde mi última relación seria. Siempre quise casarme y tener hijos, pero eso simplemente no funcionaba para mí.
Estaba en Costa Rica celebrando mi cumpleaños número 40. Platicaba de lo mucho que me gustaría ser mamá y que temía que el tiempo se acabará. Entonces, una de mis amigas dijo algo que me impactó. Me dijo que podía tener un hijo sin la necesidad de una pareja. Al día siguiente, me desperté con la idea de un bebé en mi cabeza y me sentí con la necesidad de perseguir este propósito.
Tras un largo tratamiento, Michele logró quedar embarazada y ahora que por fin tiene a su hijo en brazos se siente la mujer más dichosa y plena del mundo. Aunque algunos han criticado su forma de vida y su familia, ella se mantiene firme y llena de amor hacia su pequeño.