Nicholas Winton, nombrado caballero en 2003 –la condecoración más alta que otorga la reina de Inglaterra–, llevó a cabo una extraordinaria labor humanitaria: en plena Segunda Guerra Mundial organizó una operación de rescate para salvar la vida de 669 niños checos de los campos de exterminio nazis. Los llevó hasta Gran Bretaña para mantenerlos a salvo y creó hogares para ellos entre 1938 y 1939. Sin embargo, los detalles de su hazaña quedaron en silencio por más de 50 años, hasta que por casualidad, en 1988, su esposa Grete encontró un maletín en el ático de su casa, el cual contenía una lista completa de los niños y cartas de sus padres.
El día primero de julio murió, a la edad de 106 años, este hombre que apenas el año pasado fue reconocido con la Orden del León Blanco en Praga y que nació en Londres, en una familia judío-alemana que cambió su apellido Wertheim por Winton.
Muchas veces buscamos hacer las cosas esperando el reconocimiento del mundo, sin embargo, este hombre jamás esperó nada a cambio. Esta es una gran lección de humildad a través de un video muy breve y especial.
HÉROE DESCONOCIDO
Wilton fue llamado “el Schindler británico” en alusión al alemán Óscar Schindler, quien salvó a más de mil judíos de la muerte. Logró superar las barreras burocráticas de Checoslovaquia y sacar por tren a cientos de niños judíos de la ocupada ciudad de Praga.
Sir Nicholas murió en el aniversario de la partida de uno de los trenes que dejaron Viena en 1939 y que llevaba la mayor cantidad de niños: 241. En total, organizó ocho trenes junto a otras formas de transporte, además de buscar a familias británicas dispuestas a pagar el equivalente actual de mil 227 pesos para el cuidado de estos niños y niñas en sus casas. Hoy son más de 5 mil “niños Winton”, descendientes de aquellos a los que Sir Nicholas ayudó a escapar.