Nuestras mamás se han encargado de nosotras durante toda la vida al procurar que nada nos falte: comida, salud, estudios, un techo y, sobre todo, amor. Así que es justo consentirlas y devolverles un poquito de todo lo que nos han dado.
Guo Yifan, un niño de nueve años de la provincia Anhui, en China, le tenía preparada una sorpresa a su mamá por el Día de las Madres. Tomó sus dos alcancías con todos sus ahorros y llevó a la mujer a una joyería para comprarle un anillo y darle las gracias por todo lo que hace por él.
Una vez que ella eligió la joya que más le gustaba, el pequeño sacó las dos alcancías de su mochila, las colocó en el suelo y, con un candado de bicicleta, las rompió. De ellas brotaron tantas monedas que, además del anillo, Guo pudo comprar un collar para su abuela.
Ahorró su mesada por más de dos años
Mi mamá trabaja arduamente y no tiene joyas bonitas. Desde hace tiempo he pensado en regalarle un anillo.
Para sorprender a su progenitora, Guo no solo ahorró sus mesadas durante más de dos años sino que mantuvo en secreto sus planes por todo ese tiempo, sellando sus labios como una tumba. ¡Eso es tener fuerza de voluntad y mucho amor por tu mamá!