Brandon Dahl, un niño de dos años, evitó que sucediera una tragedia al alertar a su familia sobre un incendio en su propia casa, en Alvord, Texas, Estados Unidos.
En una plácida noche en la que los integrantes de la familia Dahl se encontraban descansando, un calentador de gas ubicado en la sala falló y comenzó a incendiar rápidamente la planta baja de su hogar.
Los Dahl y sus cinco hijos
La situación casi termina en tragedia, pues los padres se estaban recuperando de los estragos del covid-19, por lo que perdieron el sentido del olfato. Además, por alguna extraña razón, las alarmas contra incendios que estaban instaladas no se activaron.
Brandon se levantó rápidamente de su cama para ir corriendo a la habitación de sus papás, por lo que la familia pudo salir a tiempo. La mamá relató sorprendida que pudo despertar de su profundo sueño, ya que el pequeño les advirtió a tiempo a ella y su marido que la casa se quemaba.
Me dio golpecitos en los pies en la cama y estaba tosiendo y diciendo: ¡mamá, caliente, mamá, caliente!
Lo más impactante de la escena fue levantarse, mirar todo alrededor en llamas y saber que contaban con unos segundos para salir y ponerse a salvo del fuego.
Por fortuna, el tiempo jugó a su favor y la familia completa logró ponerse a salvo. Aunque las pérdidas son de tipo material, no hay nada más gratificante que sentir que tienes una segunda oportunidad y ver que toda la familia resultó ilesa.
Brandon Dahl es el ejemplo ideal para hablar de la inteligencia y de cómo los niños aprenden muy bien lo que los padres enseñan. El papá de este pequeño héroe es voluntario en el Departamento de Bomberos de su localidad y previamente había charlado con toda su familia sobre el plan de acción que debían aplicar en caso de emergencia.
Esta experiencia de escape y salvación de la familia Dahl representa una segunda oportunidad para seguir enseñando a sus hijos la manera en la que deben enfrentar situaciones de la vida, como un incendio.