Cuando Joanna Minuzzo y su ahora esposo Najee planeaban su boda, querían que todo fuera perfecto, incluyendo la apariencia de sus hijos en la ceremonia. Para las niñas compraron dos hermosos vestidos rosas de encaje, y al más pequeño le dieron a elegir entre varios trajes. Pero él no quiso ninguno.
En lugar de usar saco y pantalón, como normalmente se esperaría de un varón, él quería ponerse un vestido, tal como sus hermanas.
¿Quién dice que los niños deben usar pantalones?
No todo fue tan sencillo. La primera vez que su hijo le pidió vestirse con “ropa de niña”, ella tuvo serias dudas y su primer instinto fue negarle su petición. Pero después de un momento de reflexión pensó: ¿por qué no? ¿Quién dice que los niños solo pueden usar pantalones?
Así, el pequeño utilizó su primera prenda “femenina”: un conjunto rojo con la cara de Minnie Mouse.
Es un niño feliz en un vestido y ya. ¡Hasta se ve lindo! ¿Por qué debo obligarlo a usar ropa ‘masculina’ si no es lo que quiere?
Incluso rechazó la falda escocesa
Cuando comenzaron los preparativos de la boda, la visión de la mujer era que su hijo menor acompañara a su padre camino al altar con una falda escocesa para honrar a su país natal, pero cada vez que traía el tema a flote el pequeño se enojaba y lloraba. Claramente no era lo que quería.
Después le compraron un atuendo a juego con el de su progenitor, pero eso tampoco lo hizo feliz. Entonces, cuando los vestidos de encaje de sus hermanas llegaron, su rostro se iluminó y sus padres no pudieron decirle no a esa sonrisa, a fin de cuentas sería imposible criar niños libres, felices y seguros de sí mismos si les negaban una nimiedad como elegir su propio atuendo.
Hay personas que cuestionan su decisión
Dejar que sus hijos tengan libertad sobre cómo se quieren ver y cómo se sienten más cómodos, le han traído a la pareja críticas negativas de personas que parecieran vivir en el oscurantismo.
Muchos apuntan a que están criando al pequeño para que sea forzosamente gay, pero Joanna y Najee tienen una postura muy clara cuando se trata de la crianza de sus retoños: lo único que les preocupa es que sean felices y respetuosos con los demás.
Estoy criando hijos lo suficientemente seguros de sí mismos para ser fieles a quienes son y para que sean buenos e inclusivos con otros. Tenemos una generación de adultos demasiado asustados de ser juzgados como para ser ellos mismos.