Un grupo de niños demostró que las buenas acciones no tienen edad y que la riqueza está en el corazón, no en el dinero.
La historia ocurrió en una pizzería ubicada en Acatzingo, Puebla (México), lugar en el que los menores se encontraban disfrutando de una pizza, un plato de alitas y un refresco.
Al restaurante entró un pequeño que comenzó a ofrecer chicles y dulces a las personas que estaban degustando sus alimentos, sin imaginarse que al acercarse los infantes lo invitarían a sentarse con ellos para compartirle de su comida y hacerlo pasar un momento agradable después de un largo día de trabajo en las calles.
Este noble gesto fue captado en una fotografía que circula en redes sociales, la cual ya tiene más de 90 mil reacciones y gran cantidad de comentarios positivos:
Gracias a esos papás que educan con valores y buenos sentimientos a sus hijos, un aplauso, esos pequeños serán grandes personas el día de mañana.