Las conmovedoras imágenes que ha dejado la guerra civil en Siria siguen estremeciendo al mundo. Hace apenas una semana que la historia de Omran Dakneesh -el niño de 5 años que fue rescatado de los escombros, cubierto en sangre, luego de un ataque aéreo en el que perdió a su hermano Ali de 10 años-, tocaba las fibras más sensibles de millones de personas en el mundo.
Desafortunadamente la historia de Omran es la historia de muchos pequeños en Siria y ahora ha salido a la luz un nuevo video de 35 segundos que nos conmueve hasta las entrañas y que nos muestra las devastadoras consecuencias de una guerra, más allá de la lucha de poder, un par de niños para quienes la vida nunca volverá a ser como antes y a los que les es arrebatada su infancia con fuego, sangre y destrucción.
El video muestra las imágenes de dos pequeños cubiertos en polvo y que se aferran el uno al otro por la pérdida de sus hermanos por un barril bomba.
No hay palabras para describir lo que las imágenes dicen por sí solas. “Mi hermano se ha ido”, dice un niño ahogado en lágrimas.
Estas son las nuevas imágenes que deja un bombardeo en el que 15 personas perdieron la vida en Alepo, 11 de estas personas eran niños. Alepo es una de las ciudades más devastadas por la guerra de Siria, que ya ha cumplido cinco años y ha acabado con la vida de más de 250 mil personas.
El video es desgarrador, pero es tan sólo uno de la avalancha de imágenes, producto de los ataques aéreos en Siria y que dan cuenta de la enorme escala de destrucción. No es el amarillismo el que impera, sino una realidad que en ocasiones parece ajena, pero es en realidad tan cercana.
Un informe más reciente sugiere que el ataque fue producido por el gobierno de Bashar al-Assad apoyado por Rusia.
En Siria, de los 13 millones y medio de personas que se encuentran en situación desesperada, según Unicef, la mitad son menores de 18 años. Unos 6.5 millones de niños han tenido que abandonar su hogar convirtiéndose en desplazados forzados y dos millones aún se encuentran en localidades difíciles de alcanzar para las organizaciones de ayuda humanitaria que todavía permanecen operando en el campo de batalla. 3,7 millones de niños sirios fueron nacidos tras el inicio de la guerra civil en 2011, según Unicef, la agencia de la ONU para la protección de la infancia. Entre ellos 151 mil son refugiados desde el primer día de sus vidas porque nacieron de padres que abandonaron su patria.
Unicef apunta a que más 1,500 agresiones graves se produjeron en 2015. Más del 60% consistieron en asesinatos y mutilaciones por artefactos explosivos en lugares de tránsito como por ejemplo el camino hacia la escuela. Los niños se ven amenazados por los abusos, el tráfico, las enfermedades y la explotación laboral y sexual.