Por lo general la función del conserje de la escuela no es muy valorada por los alumnos. Casi siempre esta persona deambula por los pasillos recogiendo papeles, trapeando pisos y pasando desapercibida ante la indiferencia de niños y adultos. Es una triste realidad, aunque su trabajo es tan digno como cualquier otro.
A pesar de que todas estas palabras nos pueden hacer sentir mal en algún punto, un grupo de pequeños acaba de llegar para darnos una clase inolvidable de humildad y amor al prójimo, sin importar su apariencia, trabajo o posición económica.
Un video publicado en Facebook muestra a los niños de un preescolar en Tennessee, Estados Unidos, que recibieron a su conserje que padece sordera con una tierna sorpresa de cumpleaños, al aprender y cantarle Feliz cumpleaños con lenguaje en señas…
Nuestra clase de preescolar aprendió cómo cantar ‘Feliz cumpleaños’ con lenguaje en señas para el cumpleaños 60 del señor James. ¡Estaba tan sorprendido!
El conserje, identificado por el portal The Tennessean como James Anthony, se llevó las manos a la cabeza con incredulidad y de un momento a otro pasó al llanto de felicidad, no podía esconder su emoción.
El director de la escuela habló con la televisora WZTV de Nashville y dijo: “Anthony es amado por los pequeños estudiantes, quienes lo llaman señor James. Además, él mismo les enseña lenguaje de señas de vez en cuando, también les da clases de buenos modales y cómo tratar a personas con capacidades diferentes”.
Los directivos de la escuela se encargaron de compartir en Facebook el video en el que se ve a Anthony reaccionando ante la sorpresa que los pequeños le prepararon.
Anthony ha trabajado por más de 20 años en el sistema escolar, por lo que docenas de personas ya han comentado en el video para desearle feliz cumpleaños o agregar sus propios recuerdos de él cuando eran estudiantes, incluso un padre comentó que sus hijos asistieron hace varios años a esa escuela y Anthony les enseñó a hacer con señas una alerta de intruso para poder advertirle en caso de ser necesario.
